Oración para el primer Domingo de Adviento
Enciende y mueve tu poder,
Oh, Señor, y ven para que gracias
a tu protección podamos ser rescatados de los peligros
que nos acechan por el pecado;
y para que seas el Redentor que nos salve:
él que vive y reina con Dios Padre
en unidad con el Espíritu Santo,
un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.