Vigilar nuestros sentidos
Si queremos salvarnos y alcanzar el Cielo, debemos vivir en gracia de Dios, en amistad con Él, y lo hacemos cumpliendo los Diez Mandamientos. Ahora bien, para poder cumplir los Diez Mandamientos es necesario saber guardar nuestros sentidos porque éstos nos llevan al pecado, especialmente el sentido de la vista, pues hoy en día se nos bombardea con imágenes indecentes o violentas a través de la televisión, del cine, de Internet. Por eso debemos recordar aquí las palabras de Jesús en su Evangelio, que nos dice que la lámpara del cuerpo es el ojo y que éste debe estar limpio. Claro, porque el pecado entra por los ojos.
Especialmente a los hombres se nos hace más difícil el guardar puras las miradas porque hay una moda muy indecente en las mujeres, moda que disgusta mucho al Señor y hace mucho mal a las almas.
Dice Santa Faustina Kowalska que en el Infierno se castiga al condenado en el mismo sentido con el que pecó. Imaginemos entonces las visiones de horror que habrán de torturar al condenado por haber tenido miradas impuras aquí en la tierra. Así que hagamos un pacto con nuestros ojos y evitemos las miradas peligrosas, y apaguemos el televisor pues allí tenemos que fijar la vista y pasan escenas pornográficas o violentas, y no podemos evitar mirarlas. Recordemos que todo lo que leemos o miramos deja una huella en nuestra alma. No perdamos el Cielo por tan poca cosa.