UNA INVITACIÓN A PROFUNDIZAR EN EL DECRETO AD GENTES
Para conmemorar los cincuenta años de la aprobación del decreto del Concilio Vaticano II sobre la actividad misionera de la Iglesia, el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Fernando Filoni, escribió, el pasado 20 de noviembre, una carta a los cardenales, arzobispos y obispos de la Iglesia católica; en ella les invitaba a dar gracias a Dios por la aprobación del decreto Ad gentes en sus respectivas diócesis, con alguna actividad de carácter litúrgico y de reflexión teológico-pastoral. La Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias acordó, con el respeto que merece la autonomía de cada obispo en su diócesis, proponer algunas sugerencias para esta conmemoración, en colaboración con las Obras Misionales
Pontificias (OMP).
Entre las sugerencias que propuso dicha Comisión Episcopal, destacaba la conveniencia de hacer una edición sencilla del texto conciliar, para hacer llegar a los fieles cristianos el documento, no siempre al alcance de todos. Este documento misionero podía encontrarse en cualquier biblioteca sacerdotal y parroquial, pero junto con el resto de constituciones, decretos y declaraciones del Concilio Vaticano II.
Parecía conveniente hacer una edición únicamente de este texto, para poder difundirlo entre los grupos y personas atraídos por el tema. Más aún, se proponía hacer una amplia tirada, para que se pudiera distribuir de manera gratuita entre los interesados.
Cuando el asunto estaba aprobado y los recursos materiales conseguidos, el secretariado de la Pontificia Unión Misional, de las OMP, consideró que se podrían añadir al texto algunas ayudas para asegurar una mayor comprensión de su contenido, así como para suscitar el interés por sus enseñanzas, sin que en modo alguno este material
de apoyo sustituyera a su lectura. Claro Jesús Díaz, sacerdote misionero del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) había realizado un trabajo análogo sobre la exhortación apostólica Evangelii gaudium. Asumió la propuesta de modo inmediato, y al poco tiempo teníamos en la mesa el trabajo que podría ayudar a profundizar en
el documento conciliar; servicio que merece nuestro reconocimiento y gratitud.
El equipo que ha elaborado esta sencilla publicación ha considerado oportuno ofrecer al lector y a los grupos de trabajo sobre el decreto Ad gentes el siguiente servicio:
1. Reproducción de los capítulos por separado, respetando su unidad. De esta manera, el lector puede saborear más y mejor las razones teológico-pastorales de la secuenciación del texto. El orden aprobado por los padres conciliares tiene una razón de ser: no puede entenderse el capítulo segundo sin antes haber profundizado en el primero, y así en cada caso.
2. Síntesis inicial previa a cada capítulo, con referencia a cada uno de los números que lo integran, con la finalidad de que el lector o el grupo de trabajo se haga cargo de la envergadura de su contenido, antes de proceder a la lectura o reflexión. Naturalmente, no tiene otra intención que despertar el interés por el mismo. Sería contrario a la intencionalidad de los autores el que la lectura de esta síntesis sustituyera el encuentro directo con lo que fue aprobado por el Concilio.
3. Sugerencias para la reflexión sobre el capítulo que previamente se ha leído y considerado tanto a nivel individual como grupal. Son, sencillamente, pistas para caer en la cuenta de los aspectos más relevantes del texto, aunque por supuesto puedan descubrirse otras cuestiones inherentes al contenido por parte de cada persona o del grupo.
4. Oración final para favorecer el encuentro con Dios en conexión con el contenido desarrollado, después de haber comprendido el mensaje misionero del capítulo. Otras diversas aportaciones en torno a este decreto del Vaticano II irán viendo la luz a lo largo de estos meses, para conmemorar el hecho de que hace 50 años los Padres conciliares aprobaran de manera prácticamente unánime este documento misionero; documento que recuerda y encomienda a la
Iglesia su compromiso con la misión ad gentes, haciendo resonar las palabras de Jesús antes de volver al Padre: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos…» (Mt 28, 19). Queremos recordar, antes de concluir, que el texto conciliar se fundamenta en las principales constituciones aprobadas por el mismo Concilio, especialmente la Gaudium et spes y la Lumen gentium. Pero, sobre todo, su mensaje es recogido, ampliado y desarrollado por tres documentos pontificios posteriores, firmados por el beato Pablo VI (Evangelii nuntiandi), san Juan Pablo II (Redemptoris missio) y recientemente Francisco (Evangelii gaudium). Difícilmente podrían entenderse estos textos del Magisterio sin las ideas fundantes que ofrece el decreto conciliar Ad gentes.
Es deseo que esta publicación sea un buen servicio a la formación misionera del Pueblo de Dios y una manera sencilla de contribuir a la difusión de uno de los documentos más lúcidos y estimulantes sobre la dimensión misionera que Jesucristo quiso insertar en la entraña de la Iglesia.
La Biblioteca de Castilla-La Mancha acogió, el pasado 2 de octubre, la conferencia con la que la Archidiócesis
de Toledo conmemora el cincuenta aniversario del decreto Ad gentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia. El acto misionero estuvo presidido por el arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, acompañado del obispo auxiliar de Toledo, Mons. Ángel Fernández Collado y el obispo emérito de Segovia, Mons. Ángel Rubio Castro.
El arzobispo de Toledo agradeció a la Biblioteca de Castilla-La Mancha y a su director, Juan Sánchez, la posibilidad de realizar este acto académico y cultural. En la conferencia impartida por Anastasio Gil, director de la C.E. de Misiones y director nacional de OMP, afirmaba que «Ad gentes es uno de los documentos más lúcidos y estimulantes sobre la dimensión misionera que Jesucristo quiso insertar en la entraña de la Iglesia». Al acto han asistido representantes eclesiásticos, además de representantes de instituciones académicas, culturales y sociales de Toledo.