(Desde El Cañamelar, José Angel Crespo Flor).- Siempre me ha llamado la atención la carrera eclesiástica de mi paisano D. Jose Gea. Y me ha llamado la atención poprque no resulta muy frecuente que digamos que todo un obispo se jubile y lo primero que haga es hacerse misionero para continuar trabajando por el Reino de los Cielos, en esta ocasión, en Perú cuando lo más fácil hubiese sido retirase, vivir tranquilamente y hacer lo que no pudo mientras estaba en el ejercicio de su deber como obispo de la diócesis de Mondoñedo – Ferrol.
Sin embargo, en esa actitud, en la de embarcarse como misionero, radica gran parte de lo que fue como obispo y gran parte de su ministerio sacerdotal. Actitud que le ha granjeado muchas satisfacciones pues sus más íntimos no dudan en reconocer su espíritu misionero y su gran amor a la Iglesia
Para fijar, antes de leer el artículo motivo de esta columna, la personalidad de su autor, el obispo dimisionario José Gea, vamos a detenernos en algunos aspectos de su curriculum eclesial. Curriculum eclesial al que no le falta nada pues si ya era brillante como obispo el hecho de estar todos los domingos confesando una media de seis horas ya indica a las claras el amor de D. José por la persona humana.
ALGUNOS APUNTES BIOGRÁFICOS
José Gea Escolano nació en Real de Gandía (Valencia), el 13 de junio de 1929. Fue ordenado sacerdote en 1953, y consagrado obispo en 1971. Ha sido obispo auxiliar de Valencia, obispo de Ibiza de 1976 a 1987, y, posteriormente, Obispo de Mondoñedo-Ferrol. En 2005, ya jubilado, se fue a vivir a Perú como misionero, donde colabora con el Obispo de Carabayllo (Norte de Lima) y en la parroquia de Sta. María de la Providencia, donde suele confesar una media de seis horas todos los domingos, aparte de unas horas cada día.
SABER COMPRAR, SABER VER Y SABER OIR (Por Mons. D. José Gea)
(RELIGION EN LIBERTAD).- Con frecuencia se oyen lamentaciones sobre la manera de actuar del Gobierno, sobre lo que dicen los medios de comunicación y nos quedamos en puras e ineficaces lamentaciones. En vez de estar hablando constantemente de reformas de la Iglesia, en cuestiones en las que no cabe reforma, ¿no sería ya hora de que clérigos y laicos actuásemos conjuntamente en acciones que podrían ser muy eficaces. ¿Cómo?
Hace unos días leí en religiondigital.com, un resumen del artículo de Mons. Martínez Camino, en el que se refería a otro publicado en «El País» en el que se atribuía a Santo Tomás de Aquino como propia, la afirmación de que Dios no debería haber creado a la mujer porque es ocasión de pecado para el hombre. Afirmación diametralmente opuesta a lo que el santo dice.
Quienes han leído la Suma Theologica saben que en todos los artículos de la misma empieza poniendo en lo que llama «videtur quod non», unas razones en contra de la tesis que mantiene en el título; y después del «respondeo dicendum» en que da las razones que demuestran la tesis, argumenta contra las dificultades que ha expuesto al principio.
Esa confusión del autor o es ignorancia o es mala voluntad. Aparte de que pueda haber ignorancia (que la hay), lo cierto es que hay mala voluntad. Tampoco se ve buena voluntad en el periódico que se distingue por ataques constantes a la Iglesia, al admitir un artículo así.
Dado que esta actitud de ataque constante a la Iglesia y a sus principios morales, se da no sólo en El País, sino en otros periódicos, en radios y en televisiones, se me ocurre lanzar unas sugerencias por si algún grupo o alguien las puede poner en marcha. Podría hacerse mucho bien.
Son importantes los tres medios de comunicación: prensa, radio y televisión.
SABER COMPRAR
¿Sería tan difícil no comprar los periódico o revistas que atacan a la Iglesia e, incluso, la calumnian?
SABER VER
¿Sería tan difícil cambiar de canal cuando hay programas televisivos que desde el punto de vista moral son una basura y hacen mucho mal tanto en las películas como en los programas que emiten?
SABER OÍR
¿Sería tan difícil cambiar de emisora cuando emiten programas anticatólicos e inmorales? Lo mismo cabe decir de cualquier medio de comunicación que ataque a la Iglesia y a la moral cristiana.
¿PODRÍAMOS CONCRETAR UN POCO MÁS?
Sabiendo que los anuncios son lo que mantiene a los medios ¿qué pasaría si los católicos nos pusiésemos de acuerdo en no comprar los productos que sirven de soporte a los programas inmorales, laicistas y anticatólicos? Estoy seguro de que la situación de inmoralidad en los medios cambiaría. ¿No da lo mismo comprar un detergente que otro, o una marca que otra, o un juguete que otro, o un perfume que otro?
Estando para enviar este artículo al blog, leo en religionenlibertad.com lo siguiente: “PRISA, el grupo mediático laicista, debe vender SER, Cuatro y Digital +, para evitar la quiebra. El entramado mediático que dirige Juan Luis Cebrian debe más de 4.800 millones de euros, y tiene difícil responder a sus compromisos».
«Parecía impensable que la todopoderosa PRISA, el grupo mediático laicista y anticatólico, creado por Jesús Polanco a la sombra del franquismo primero, y del felipismo socialista, después, esté ahora en una situación agónica».
«En España el diario El País ha sido hegemónico en ventas e influencia, destacando por su laicismo agresivo y sus continuos ataques al catolicismo. Lo mismo se puede decir de su radio, la SER, o de los canales Cuatro, Canal +, o la plataforma Digital +, que han tenido en común una línea editorial uniforme y monolítica en su posición ante el hecho religioso y la Iglesia”.
Lógico que debería haber alguna entidad o grupo que orientase sobre los programas que habría que hacer desaparecer por la cantidad de basura y laicismo que hay en los medios. ¿Habría alguna asociación que se animase a prestar este servicio? Ya se podría empezar con el grupo a que nos acabamos de referir.