Una turba de no más de 500 abortistas militantes, reunidas con ocasión del 27º Encuentro Nacional de Mujeres de la Argentina, atacó la Catedral de Posadas la noche del domingo 7 de octubre profiriendo insultos contra los católicos, escupiéndolos, gritándoles en la cara y pintando las paredes, así como a los jóvenes que defendieron el templo de manera pacífica y rezándole el Rosario a la Virgen.