MAMEN HERNÁNDEZ COBOS, currocorre@yahoo.es
ECLESALIA, 24/06/14.- Hay declaraciones emitidas públicamente que solo merecen indiferencia, que no deberían ocupar ni un minuto de nuestro tiempo, que por su falta de rigor y contenido tendríamos que ignorar; pero no todo vale, no puede ser que nada pase factura, que la asunción de responsabilidades ante ciertos discursos se diriman con una simple nota de disculpas, con un sencillo, no quise decir lo que dije.
Me llenan de indignación las palabras escuchadas. ¿En manos de quién estamos? ¿Bajo qué principios nos gobiernan? ¿Qué hilos tejen esa singular cultura empresarial? Están a años luz de los problemas reales; teorizan, divagan, recortan, imponen medidas a quienes ya sabemos desde hace mucho lo que es la austeridad, el paro, lo que significa apretarse el cinturón, acudir a despensas de alimentos, economizar haciendo equilibrios imposibles.
El desempleo no es sinónimo de parasitismo, la formación y el aprendizaje se identifican con proceso y no con explotación y abuso, cada persona es importante y válida, un ser irrepetible y único.
Nos falta correr tras esa Sabiduría capaz de transformar nuestros corazones: «salgamos a las calles y a las plazas para oír su voz». (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
Proverbios, 1
1:2 para aprender sabiduría e instrucción, para entender los discursos profundos,
1:3 para alcanzar instrucción y perspicacia, – justicia, equidad y rectitud -,
1:20 La Sabiduría clama por las calles, en las plazas hace oír su voz;
1:21 llama en las esquinas más concurridas, a la entrada de las puertas de la ciudad, dice sus palabras.