Reflexión del evangelio para el tercer Domingo de Adviento – Bienaventurados los pobres
Reflexión del evangelio de José Antonio Pagola
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3,10-18
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
¿Entonces, qué hacemos?
Él contestó:
El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
Maestro, ¿qué hacemos nosotros?
Él les contestó:
No exijáis más de lo establecido.
Unos militares le preguntaron:
¿Qué hacemos nosotros?
Él les contestó:
No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:
Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio
Palabra de Dios
COMENTARIO AL EVANGELIO
Juan el Bautista, en el Evangelio de hoy, llama a la conversión y al perdón para poder acoger la Buena Noticia de Jesús. Conversión que se concreta en trabajar para que los valores del Reino sean efectivos aquí y ahora.
Reflexión del evangelio para el tercer Domingo de Adviento – Bienaventurados los pobres
Evangelio y comentarios al Evangelio
Lc 3, 10-18. Las multitudes le preguntaban: ¿Qué tenemos que hacer? Él les contestó: El que tenga dos túnicas, que las comparta con el que no tiene, y el que tenga que comer, que haga lo mismo.