Pilar Soto -actriz y presentadora- lo tenía todo pero en 2004, en la cumbre del éxito, desapareció del mundo de la pantalla.
Una gravísima bulimia ocultaba una terrible soledad y sufrimiento. En un año ingresó 82 veces en el hospital. Cristo fue su medicina y ahora dedica su vida a Él por lo que no duda en dar su testimonio las veces que sea necesario.