Tenerife celebra al Santísimo Cristo de La Laguna
El Obispo de Guadix, Mons. Ginés García, ha predicado el Quinario y la fiesta del Santísimo Cristo de La Laguna, en Tenerife. El día grande, el 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, la imagen del Cristo posesionó por las calles de la ciudad, camino de su ermita, desde donde fue trasladado cinco días antes para la celebración del Quinario. Durante seis días, la imagen del Cristo, tan querido en toda la isla, ha permanecido en la catedral de La Laguna donde, cada tarde, se ha celebrado la eucaristía. El prelado accitano solo ha predicado cuatro de los cinco días del Quinario, porque el primer día, el 9 de septiembre, Mons. Ginés García tenía que estar en Jérez del Marquesado para presidir la celebraciones con motivo del 50 Aniversario de la Coronación Canónica de La Tizná.
En la Diócesis de Tenerife se han hecho eco de esta celebración y de la predicación del Obispo de Guadix, que ha estado acompañado todos estos días por el Obispo Nivariense, Mons. Bernardo Álvarez . Reproducimos la noticia, en la que comentan cómo se ha desarrollado el día grande de la fiesta, al tiempo que hacen un resumen de la homilía del Obispo accitano en la celebración del Santísimo Cristo de La Laguna, el día 9 de septiembre:
DÍA GRANDE DE LAS FIESTAS EN HONOR AL CRISTO DE LA LAGUNA
La mañana de este lunes 14 de septiembre, Fiesta de la Exaltación de la Cruz, se ha celebrado en la Catedral la solemne Eucaristía en el día principal de las fiestas del Santísimo Cristo de La Laguna.
Poco después de las 10:00 horas daba comienzo el disparo de las tradicionales Salvas a la salida del pendón de la ciudad desde las Casas Consistoriales, para proceder a su traslado a la Catedral. La procesión cívico-militar llegaba a las puertas del templo poco antes de las 11:00 horas. Allí el obispo recibió a la representación oficial de la casa Real que ostentó en esta ocasión el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz.
La Santa Misa, cantada por el coro del Orfeón La Paz, se celebró con gran devoción y solemnidad en un templo totalmente lleno. Entre los asistentes se encontraban numerosas autoridades civiles y militares como la presidenta del Parlamento de Canarias, el presidente del Cabildo Insular, así como el Pleno del Ayuntamiento de Aguere.
La predicación, como ocurriera a lo largo del Quinario, corrió a cargo del Obispo de Guadix, Ginés Ramón García Beltrán quien hizo hincapié en las ideas de salvación y libertad. “Mirar al Cristo es mirar a nuestra salvación. Sus heridas nos han curado. El hijo de Dios se rebajó hasta someterse a la muerte. Es la prueba más grande del amor que le tiene Dios a la humanidad” –señaló el prelado de Guadix.
En otro momento de la homilía, monseñor García Beltrán indicó que “la fuerza del Señor Crucificado es tal que no puede dejar a nadie indiferente, ¿a quién puede dejar indiferente el amor? Un amor ofrecido sin esperar nada a cambio, de modo gratuito. La respuesta a este amor tan grande es lo que experimenta desde hace siglos, y celebra cada año, incluso cada día, este pueblo con el gran amor y devoción a la imagen bendita del Señor colgado del madero”.
El obispo de Guadix continuó apuntando que “hoy, como san Pablo, como tantos laguneros a lo largo de los siglos, nosotros proclamamos desde lo más profundo de nuestro corazón: Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre”. Para añadir más tarde: “Lo que hoy celebra La Laguna en torno a su Santísimo Cristo es una prueba del poder de la cruz. Cuántos hombres, cuántas generaciones abrazadas a la cruz del Señor han construido un mundo más justo y mejor, un mundo de hermanos. El significado de la esclavitud que da nombre a la Hermandad que custodia la imagen del Cristo y su devoción, nos recuerda que la esclavitud por amor es el mejor de los signos de la libertad. Es la libertad del amor. Ser esclavos por amor es ponerse al servicio de los demás, especialmente del que más lo necesita”.
«Hoy el rostro del Señor, del Santísimo Cristo de La Laguna, se hace visible en los niños abandonados o con familias desestructuradas, en los jóvenes sin trabajo y en los que no encuentran sentido ni esperanza en sus vidas, en las familias que pasan por dificultades, en la mujeres que sufren el maltrato, en los ancianos solos y abandonados, en los que no experimentan el amor ni la cercanía de los demás, en los que llaman a las puertas de Occidente buscando una vida digna, aunque perezcan en el intento; en los refugiados de los conflictos de Oriente Medio. En ellos el Señor nos sigue diciendo: “Porque tuve hambre….” (Mt 25,35ss). “Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40) – señaló
Por último, el obispo de Guadix hizo referencia a María la Madre de Dios. “Junto a la cruz del Señor estaba su Madre dolorosa, y allí, por la fe, volvió a engendrar a todos los que hemos sido injertados a Cristo. Que ella, Madre del Señor y Madre nuestra, acompañe el camino de esta Iglesia para que sea testigo del Señor en medio del mundo. Digámosle con fe, muchas veces: ‘Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre”.
El prelado nivariense, por su parte, al final de la Misa invitó a todos a la Vigilia de Oración por los refugiados y migrantes que se celebrará en la Catedral a las 21 horas del próximo sábado. Terminada la Eucaristía, la imagen del Cristo de La Laguna, acompañado de gran cantidad de devotos, emprendió la procesión del retorno a su Santuario.