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Guión para la festividad del Bautismo de Jesús

Guión para la festividad del Bautismo de Jesús

Reflexión de las lecturas del Domingo, festividad del Bautismo de Jesús con breves comentarios de las lecturas y unas líneas para la reflexión personal.

 

RENOVANDO MI BAUTISMO

   “No todos los bautizados son cristianos”. Escuchamos con frecuencia esta frase que parece un poco contradictoria y una gran denuncia de la situación de nuestras prácticas sacramentales. Parece contradictoria pues cualquier bautizado es hijo de Dios y, por tanto, cristiano; pero, al mismo tiempo, es una denuncia, porque es cierto que muchos bautizados dejan mucho que desear en su seguimiento de Cristo, aunque todos podríamos ser un poco mejores cristianos.

     El bautismo, como cualquier sacramento, no es automático, no funciona por sí solo, sino que necesita la colaboración de la persona que lo recibe. El sacramento es un encuentro entre Dios y el ser humano. Dios pone su parte: la Gracia. La persona responde con el seguimiento (con la “Misión”); si falta la respuesta no se produce el encuentro.

 

 

 

LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA DE LA FESTIVIDAD DEL BAUTISMO DEL SEÑOR/A

 

1ª LECTURA

Lectura del libro de Isaías 42,1-4. 6-7 
Así dice el Señor:
– Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado,
y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas. Palabra de Dios.

 

COMENTARIO A LA 1ª LECTURA

La imagen del «ungido», del «siervo de Dios», responderá a unas características muy especiales puesto que hará presente en el mundo la bondad de Dios; y no juzgará ni condenará a nadie mientras haya posibilidades de esperanza. Por ello, el «siervo de Dios», el «Hijo predilecto» será moderado y humilde, no gritará ni se impondrá con violencia, será luz de los hombres, y ofrecerá la liberación a quien acepte su mensaje.

Los cristianos, por nuestro bautismo, heredamos la misión profética de Jesús. Como profetas debemos tener una conducta testimonial ejemplar y practicar la justicia, el amor y la paz.

Sal 28, 1a y 2. 3ac-4. 3b y 9b-10
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz. 

2ª LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10,34-38 
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
– Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Palabra de Dios.

COMENTARIO A LA 2ª LECTURA

 

El Apóstol Pedro se dirige a los paganos para anunciarles la salvación y administrarles el bautismo, cuya eficacia salvadora es que se realiza en nombre de Jesucristo que es el «ungido y enviado de Dios». Y esa realidad mesiánica la expresa el Apóstol al decir que: Jesús pasó haciendo el bien y liberando a los oprimidos porque Dios estaba con él. Los cristianos, si queremos realizar en el mundo la misión de Jesús: «pasar por el mundo haciendo el bien» tenemos que dejar que «Dios esté en nosotros».

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 3,13-17 
En aquel tiempo, fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
– Soy yo el que necesita que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?
Jesús le contestó:
– Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo, que decía:
– Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Palabra del Señor.

 

Bautismo de Jesús dibujo de Miguel Redondo

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO

Jesús se acerca a Juan Bautista para ser bautizado. Quiere hacerse solidario con los pecadores y dar comienzo a la «obra de Dios». Es el momento adecuado para «que se abra el cielo y la voz del Padre testifique que Jesús es el Hijo, el Predilecto, y que sobre él estará el Espíritu».

La misión que ha de realizar Jesús es tan importante, que está rubricada por la misma voz de Dios al decir: «Este es mi Hijo el predilecto.

El bautismo del cristiano es una elección que Dios nos hace y una misión que nos ofrece realizar, que es pasar haciendo el bien, porque Dios está con nosotros».

 

 

 

 

PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL

 

 

EL BAUTISMO: INCORPORACIÓN A LA IGLESIA

Los primeros cristianos no conocían el bautismo privado. Cada Bautismo o los bautismos comunitarios de la Vigilia pascual eran celebrados por la comunidad muy festivamente. En el rito de acogida el celebrante decía y sigue diciendo también ahora: “La comunidad cristiana te recibe con gran alegría y te entrega el signo de la cruz, la señal de los cristianos”. La comunidad cristiana se responsabiliza del nuevo hermano. Al mismo tiempo, el cristiano se comprometía a participar activamente en la vida y misión de la comunidad. No concebían un cristiano pasivo.

Como en el pueblo de la Antigua Alianza el cristiano cuando se bautiza recibe una triple misión, participada de Cristo sacerdote, profeta y rey: Sacerdote para hacer de la vida una ofrenda agradable a Dios que ofrece solemnemente en la Eucaristía.

Profeta para comunicar al mundo la Buena Noticia con la palabra y, sobre todo, con la vida.

   Rey que se constituye en señor de las cosas, sin dejarse esclavizar por ellas.

El cristiano se bautiza para ser luz del mundo, sal de la tierra y fermento en la masa. Se bautiza para mejorar el mundo, la sociedad. No somos cristianos terminados; nos vamos haciendo cristianos cada día.

 

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