SALMO 51 (50) «TEN PIEDAD, OH MI DIOS» – CRISTIANO PINHEIRO – LAUDES SHALOM [Vídeo]

SALMO 51 (50)
Ten piedad oh mi dios, misericordia
En la inmensidad de vuestro amor, purifícame
Lávame todo entero del pecado,
Y borra completamente mi culpa

Yo reconozco toda mi inequidad,
Mi pecado esta siempre en mi frente,
Fue contra vos, oh contra vos, que yo pequé,
Y practiqué lo que es malo a vuestros ojos.

Muestra así cuanto sois justo en la sentencia,
Y cuan recto es el juicio, que haces,
Venid Señor que yo nací en la inequidad,
Y pecador ya mi madre me concibió.

Más vos amáis los corazones que son sinceros,
La intimidad me enseña sabiduría,
Rocíame y seré puro del pecado,
Y más blanco que la nieve quedaré.

Hazme oír cantos de fiesta y de alegría,
Y exultaran estos mis huesos que rompiste,
Desvía vuestro mirar de mis pecados,
Y borra todas mis transgresiones.

Crea en mí un corazón que sea puro,
Dame de nuevo un Espíritu decidido,
Oh señor no me alejes de vuestro rostro,
Ni retires de mí vuestro Santo Espíritu.

Dame de nuevo la alegría de ser salvo,
Y confírmame con un espíritu generoso,
Enseñaré vuestro camino a los pecadores,
Y para vos volverán los descarriados.

De la muerte, como pena, libértame,
Y mi lengua exaltará vuestra justicia,
Abre mis labios, oh Señor para cantar,
Y mi boca anunciará vuestra alabanza.

Pues no son de vuestro agrado los sacrificios
Y si ofrezco un holocausto, lo rechazas
Mi sacrificio es mi alma penitente
No desprecies un corazón arrepentido

Sea benigno con Sión, por vuestra gracia,
Y construye Jerusalén en sus muros,
Y aceptaré ser un verdadero sacrificio,
Holocaustos y oblaciones en vuestro altar.

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