RUIDOS NOCTURNOS
Tristes maderas, vidrios o sufrientes herrajes,
anillos, foscas piedras, caracoles marinos,
lamentan en la noche sus contrarios destinos
y buscan sus orígenes, extraños y salvajes.
Entonces suben himnos ocultos, homenajes
donde los mares lloran. Y sollozan los pinos
por humilladas mesas y estantes anodinos,
cruelmente separados de troncos y ramajes.
Y un motín de murmullos eleva sus clamores
de sospechosos y altos, graves aparadores,
y de crujientes cómodas y muebles taciturnos.
Y con el alba tímida, súbitamente callan.
Y de nuevo en las sombras, en su lamento estallan,
y la palabra inician con los ruidos nocturnos.