Las matemáticas dicen que el futuro de la Iglesia católica tiene corazón latino. Casi la mitad de todos los católicos del mundo son de América Latina. Un dato que el próximo Papa debe tener en cuenta.
La Iglesia es la institución mejor valorada del continente. Es activa en la lucha contra problemas como la explotación de los pobres, el comercio ilícito, las leyes injustas de inmigración, la violencia urbana o la desintegración familiar.