REFLEXIONES
Cientos de reflexiones cristianas para trabajar con niños, jóvenes y adultos
En el día de la Fiesta de Santa Catalina de Siena, 29 de abril, la Hermandad del Cristo de los Afligidos reza los Misterios Dolorosos del Santo Rosario en su memoria, antes de la Misa vespertina
(Desde El Cañamelar, José Angel Crespo Flor).- Los que habitualmente vamos a misa todos los domingos a la parroquia Nuestra Señora del Rosario del Cañamelar (Valencia) nos encontramos frente a un grupo , obra de Francisco Martínez Aparicio (+), en el que la Virgen del Rosario, titular del templo, está rodeada de dos maestros dominícos: Santa Catalina de Siena y Santo Domingo de Guzmán. Dos santos de tronío, dos gigantes, cada uno en su época, y dos personas que han marcado la brillante historia de la Iglesia.
Hoy, sin dejar de lado a Santo Domingo de Guzmán, fundador de los Dominicos, vamos a centrar nuestro comentario en Santa Catalina de Siena, mujer frágil si se quiere pero dotada de una gran personalidad y de una gran fuerza interior. Y lo vamos a hacer porque a menudo los feligreses de esta Parroquia o no saben o no ven en ese grupo al que antes hemos hecho alusión, a una religiosa, dominica para más señas, que, no contenta con estar en los altares, ha sido declarada por la Iglesia Doctora Universal lo que la eleva al olímpo de los santos.