Reflexión del evangelio para el Domingo 10 del tiempo ordinario – Ciclo B
PARA VIVIR COMO CRISTIANOS NECESITAMOS LA FUERZA DEL ESPÍRITU
El ser humano contemporáneo se está acostumbrando a vivir sin responder a la cuestión más vital de su vida: por qué y para qué vivir. Cuando la persona pierde todo contacto con su propia interioridad y misterio, la vida cae en la trivialidad y el sinsentido, desarrollando sólo la apariencia de la vida.
Cuando las personas vivimos sin interioridad nos incapacitamos para «escuchar» el misterio que se encierra en lo más hondo de nuestra existencia. No estamos dispuestos a cuidar nuestra vida interior y comenzamos a sentirnos insatisfechos: intuimos que necesitamos algo que la vida de cada día no nos proporciona.
Sólo el Espíritu nos puede ayudar a descubrir «el camino de lo profundo, puede despertar en nosotros el deseo de luchar por algo más noble y mejor que lo trivial de cada día. El Espíritu puede hacer brotar una alegría diferente en nuestro corazón; puede vivificar nuestra vida envejecida; puede encender en nosotros el amor incluso hacia aquellos por los que no sentimos hoy el menor interés. El Espíritu es «una fuerza que actúa en nosotros y que no es nuestra». Es el mismo Dios inspirando y transformando nuestras vidas. Nadie puede decir que no está habitado por ese Espíritu. Lo importante es no apagarlo, avivar su fuego, hacer que arda purificando y renovando nuestra vida.
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15
Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: —¿Dónde estás? Él contestó: —Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí. El Señor le replicó: -Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer? Adán respondió: —La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí. El Señor dijo a la mujer: -¿Qué es lo que has hecho? Ella respondió: —La serpiente me engaño, y comí. El Señor Dios dijo a la serpiente: —Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA
Con la historia de Adán y Eva, el libro del Génesis nos explica el origen del mal y del pecado en el mundo que nos aparta del Dios amigo y cercano en diálogo con el ser humano
Salmo 129, 1-8
R.Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. R.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. R.
Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, más que el centinela a la aurora. R.
Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa;
y él redimirá a Israel de todos sus delitos. R.
2ª LECTURA
Lectura de la 2ª carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 13—5, 1
Hermanos: Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.
Por eso, no nos desanimamos. Aunque nuestro hombre exterior se vaya deshaciendo, nuestro interior se renueva día a día. Y una tribulación pasajera y liviana produce un inmenso e incalculable tesoro de gloria. No nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
Es cosa que ya sabemos: Si se destruye este nuestro tabernáculo terreno, tenemos un sólido edificio construido por Dios, una casa que no ha sido levantada por mano del hombre y que tiene una duración eterna en los cielos.
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El apóstol Pablo dirigiéndose a los cristianos de Corinto hace unas reflexiones: quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros los que creemos en Él. Todo lo que se ve es transitorio y lo que no se ve es eterno
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 20-35
En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales. También los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: —Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios. Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: —¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido.
Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre. Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegaron su madre y sus hermanos y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: —Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan. Les contestó: —¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Y, paseando la mirada por el corro, dijo: —Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Palabra de Dios
COMENTARIO AL EVANGELIO Jesús dice a sus discípulos que el peor pecado es la blasfemia contra el Espíritu Santo y que su familia la forman los que cumplen la voluntad de Dios. |
PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
NO TENGAMOS MIEDO AL SOPLO DEL ESPÍRITU EN NUESTRO TIEMPO PRESENTE
Nuestro mundo está hoy marcado por la diversidad y pluralidad de tendencias, de ideas, de sueños… Amamos ese dinamismo de lo diferente, pero nos asusta no saber manejarlo y que eso nos lleve a veces a posturas defensivas, a mantener las fronteras que nos dan seguridad. Hoy más que nunca la realidad, y sobre todo nuestra fe, nos llama a salir de nuestras seguridades, a romper las inercias, para tocar lo que nos acerca a los demás, lo que posibilita el diálogo, lo que nos puede unir en la diversidad.
Cuando los primeros discípulos de Jesús, -tanto hombres como mujeres-, experimentaron que Jesús había resucitado, sus vidas cambiaron y sintieron la necesidad de anunciar lo que había transformado sus vidas. Su mundo conocido comenzó a ampliarse y cada vez más se sintieron obligados y empujados a lanzarse más allá de los límites de su cultura y sobre todo más allá de los parámetros de su religión.
Lo importante en adelante sería creer en la buena noticia de Jesús resucitado abriéndose al mundo conocido, abriendo espacios nuevos, palabras nuevas, aunque esto no se haría sin tensiones ni riesgos. En adelante la muerte y resurrección de Jesús sería el ámbito fundamental de encuentro, el espacio ecuménico. La experiencia pascual fue lo que posibilitó el anuncio universal de la salvación.