Reflexión del evangelio para el Bautismo del Señor
FESTIVIDAD DEL BAUTISMO DEL SEÑOR – CICLO B
CONFIANZA Y DOCILIDAD
Jesús vivió en el Jordán una experiencia que marcó para siempre su vida. No se quedó ya con el Bautista, ni volvió a su trabajo en la aldea de Nazaret. Movido por un impulso incontenible, comenzó a recorrer los caminos de Galilea anunciando la Buena Noticia de Dios.
El evangelista Marcos nos narra el bautismo de Jesús con rasgos «míticos» de hondo significado. «Los cielos se rasgan»: Dios se comunica íntimamente con Jesús. Se oye «una voz venida del cielo: Tú eres mi hijo querido. En ti me complazco». Esto es lo que Jesús escucha de Dios en su interior: «Tú eres mi hijo. Yo soy tu Padre. En adelante, Jesús no lo llamará con otro nombre: Abbá, Padre.
De esta experiencia brotan dos actitudes que Jesús vivió y trató de contagiarnos a todos: confianza increíble en Dios y docilidad. Jesús confía en Dios de manera espontánea. Se abandona a él sin recelos ni cálculos. No vive nada de forma forzada o artificial. Confía en Dios. Se siente hijo querido. Por eso nos enseña a llamarle a Dios «Padre».
Le apena la «fe pequeña» de sus discípulos. Con esa fe raquítica no se puede vivir. Nos repite una y otra vez: «No tengáis miedo. Confiad». Toda su vida la pasó infundiendo confianza en Dios.
Al mismo tiempo, Jesús vive en una actitud de docilidad total a Dios. Nada ni nadie le apartará de ese camino. Como hijo bueno, busca ser la alegría de su padre. Como hijo fiel, vive identificándose con él, imitándole en todo.
En tiempos de crisis de fe no debemos perdernos en lo accesorio y secundario. Es esencial cuidar lo esencial: la confianza total en Dios y la docilidad humilde. Todo lo demás viene después.
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA DE LA FESTIVIDAD DEL BAUTISMO DEL SEÑOR/B
1ª LECTURA
Lectura del libro de Isaías 42,1-4. 6-7
Así dice el Señor:
– Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado,
y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas. Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA
Bajo una proyección profética, Isaías anuncia la figura del «siervo de Dios», cuya misión fundamental será la de llevar la salvación al pueblo. Una salvación que con el pueblo de Israel se realizará en forma de «alianza» y con los demás pueblos será en forma de «luz» que les sacará de las tinieblas en las que viven. El «siervo de Dios» realizará su misión liberadora curando a la persona de sus mayores esclavitudes.
Sal 28, 1a y 2. 3ac-4. 3b y 9b-10
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
- Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R: - La voz del Señor sobre las aguas,el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica. R: - El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!».
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R:
2ª LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10,34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
– Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Principio del formulario
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El mensaje del apóstol Pedro ofrece la gran esperanza de la universalidad de la salvación, tal como lo habían anunciado los profetas. El Mesías sería como «una luz para todas las naciones», de no ser así, poco valor tendría la venida de Jesús y la Iglesia tampoco tendría ninguna razón de ser ni le habría sido encomendada la misión de «ir por el mundo anunciando la salvación a todas las gentes». La Iglesia es esencialmente universalista y, por tanto, misionera, ha de llevar la «luz» del Evangelio a todas las gentes, manifestando que Jesús es el Redentor que nos ha merecido el perdón de los pecados.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,6b-11
En aquel tiempo, proclamaba Juan:
– Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
– Tú eres mi Hijo amado, mi preferido. Palabra de Dios Final del formularioPrincipio del formulario
REFLEXIÓN SOBRE EL EVANGELIO
Jesús se acerca a Juan para que le bautice y se rasgan los cielos como signo de que el muro de separación entre Dios y el hombre pecador ha sido derribado. Jesús queda acreditado como Mesías, y se rompe el silencio entre Dios y el hombre. A partir de este momento Dios habla a los hombres por medio de Jesús, el Mesías esperado, que es también su Hijo querido.
EL BAUTISMO DEL SEÑOR lecturas y Reflexión del evangelio para el Bautismo del Señor – Ciclo C
EL BAUTISMO DE JESÚS Y NUESTRO BAUTISMO
Como en Jesús, el día de nuestro bautismo desciende sobre nosotros el Espíritu Santo, nos envuelve con su presencia y desde ese momento pasamos a ser sus hijos amados, sus predilectos.
Dios nos ayuda, nos protege y quiere que seamos felices. Esto debe ser motivo para sentirnos contentos, para tener alegría, para tener confianza, para no perder la calma y para mantener siempre la esperanza.
Debemos ser conscientes de lo que supone para nosotros el Bautismo que hemos recibido para poder vivir y actuar como hijos de Dios.
Necesitamos dedicar un tiempo a nuestra formación permanente como cristianos, necesitamos tiempo para la oración, para la reflexión, tiempo para la escucha de la Palabra de Dios, para el estudio que nos haga madurar en todos los aspectos de nuestra vida.
No hay en nuestra vida nada más urgente ni negocio más importante que el ser y vivir como hijos de Dios.
Tenemos una misión que cumplir, un proyecto de vida. Nuestra condición de hijos de Dios nos pide vivir en sintonía con Él, vivir en su presencia, cuidar nuestra relación e identificación con Él, ser con Él una misma cosa, tenerle a Él siempre como referencia.
Debemos manifestar el amor de Dios con nuestra forma de pensar y de actuar, con nuestro modo de vivir por el que Dios debe ser reconocido y amado a través de nuestras obras. ¡El Señor espera de nosotros que cumplamos nuestra MISIÓN!
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro de Isaías 42, 1-4. 67
Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA
Esta lectura, tomada del libro de Isaías, es el primer cántico del siervo del Señor. Este siervo está llamado por Dios y formado por Él para traer la justicia a las naciones.
Él es humilde pero lleno de fortaleza; es el preferido de Dios y ungido por el Espíritu Santo.
SALMO
Sal 28, la y 2. 3ac-4. » y 9b-10 (R.: l lb)
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
- Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R. - La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. - El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno.
2ª LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.
Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea.
Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»
Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
La segunda lectura es del libro de los Hechos de los Apóstoles. Ella resume la enseñanza fundamental sobre Cristo, quien fue bautizado y ungido por Dios con la fuerza del Espíritu.
Por eso tuvo el poder de proclamar el reino de Dios y de curar a los enfermos, porque Dios estaba con Él.
EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. «En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»
Palabra de Dios
COMENTARIO AL EVANGELIO
El relato del Bautismo de Cristo está tomado del Evangelio según san Lucas. La escena del bautismo de Jesús culmina en una manifestación maravillosa.
Se abre el cielo, desciende sobre Jesús el Espíritu Santo, se oye la voz del Padre que anuncia la filiación divina de Jesús y su complacencia en su Hijo. Padre, Hijo y Espíritu Santo se manifiestan.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
“ÉSTE ES MI HIJO AMADO Y PREDILECTO”
El Bautismo de Juan era una práctica frecuente en la época. Era un Bautismo de conversión, una manera de manifestar la actitud interior de deseo de purificación, de cambio, de búsqueda de una vida de nueva, simbolizado por el agua que limpia y que da la vida.
Es admirable la humildad de Jesús que quiere acercarse a recibir el bautismo de Juan como un gesto que expresaba su deseo de buscar lo más limpio, lo más auténtico, lo mejor que hay en el corazón de cada hombre.
Jesús da al Bautismo un nuevo significado, constituyéndolo así en Sacramento. Desde entonces, el agua que purifica y da la vida es un signo eficaz de perdón de los pecados y de la salvación que recibimos. Ser conscientes de que es un Sacramento, de que realiza en verdad todo lo que significa, es para nosotros:
Una exigencia y un compromiso de poner de nuestra parte el empeño necesario para mantener la limpieza de nuestro corazón, mantener intacta la Vida de Dios que se nos ha dado, no hacer el mal y, si lo hacemos, porque somos imperfectos renovar y recuperar la limpieza acudiendo al sacramento del Perdón.
Es también creer en la vida nueva que hemos recibido, cuidarla, defenderla, alimentarla con la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos; profundizar en la amistad y la unión con Dios; vivir con coherencia avanzando por el camino de la verdad.
En la Vigilia Pascual y al recibir el sacramento de la Confirmación renovamos las promesas del Bautismo como expresión de nuestra decisión de seguir luchando contra el mal y vivir como discípulos de Jesús apoyados en una fe recia que hemos de cuidar.
EL BAUTISMO DEL SEÑOR lecturas y reflexión del evangelio – Ciclo C
EL BAUTISMO DE JESÚS Y NUESTRO BAUTISMO
Como en Jesús, el día de nuestro bautismo desciende sobre nosotros el Espíritu Santo, nos envuelve con su presencia y desde ese momento pasamos a ser sus hijos amados, sus predilectos.
Dios nos ayuda, nos protege y quiere que seamos felices. Esto debe ser motivo para sentirnos contentos, para tener alegría, para tener confianza, para no perder la calma y para mantener siempre la esperanza.
Debemos ser conscientes de lo que supone para nosotros el Bautismo que hemos recibido para poder vivir y actuar como hijos de Dios.
Necesitamos dedicar un tiempo a nuestra formación permanente como cristianos, necesitamos tiempo para la oración, para la reflexión, tiempo para la escucha de la Palabra de Dios, para el estudio que nos haga madurar en todos los aspectos de nuestra vida.
No hay en nuestra vida nada más urgente ni negocio más importante que el ser y vivir como hijos de Dios.
Tenemos una misión que cumplir, un proyecto de vida. Nuestra condición de hijos de Dios nos pide vivir en sintonía con Él, vivir en su presencia, cuidar nuestra relación e identificación con Él, ser con Él una misma cosa, tenerle a Él siempre como referencia.
Debemos manifestar el amor de Dios con nuestra forma de pensar y de actuar, con nuestro modo de vivir por el que Dios debe ser reconocido y amado a través de nuestras obras. ¡El Señor espera de nosotros que cumplamos nuestra MISIÓN!
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro de Isaías 42, 1-4. 67
Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA
Esta lectura, tomada del libro de Isaías, es el primer cántico del siervo del Señor. Este siervo está llamado por Dios y formado por Él para traer la justicia a las naciones.
Él es humilde pero lleno de fortaleza; es el preferido de Dios y ungido por el Espíritu Santo.
SALMO
Sal 28, la y 2. 3ac-4. » y 9b-10 (R.: l lb)
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
- Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R. - La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. - El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno.
2ª LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.
Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea.
Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»
Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
La segunda lectura es del libro de los Hechos de los Apóstoles. Ella resume la enseñanza fundamental sobre Cristo, quien fue bautizado y ungido por Dios con la fuerza del Espíritu.
Por eso tuvo el poder de proclamar el reino de Dios y de curar a los enfermos, porque Dios estaba con Él.
EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. «En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»
Palabra de Dios
COMENTARIO AL EVANGELIO
El relato del Bautismo de Cristo está tomado del Evangelio según san Lucas. La escena del bautismo de Jesús culmina en una manifestación maravillosa.
Se abre el cielo, desciende sobre Jesús el Espíritu Santo, se oye la voz del Padre que anuncia la filiación divina de Jesús y su complacencia en su Hijo. Padre, Hijo y Espíritu Santo se manifiestan.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
“ÉSTE ES MI HIJO AMADO Y PREDILECTO”
El Bautismo de Juan era una práctica frecuente en la época. Era un Bautismo de conversión, una manera de manifestar la actitud interior de deseo de purificación, de cambio, de búsqueda de una vida de nueva, simbolizado por el agua que limpia y que da la vida.
Es admirable la humildad de Jesús que quiere acercarse a recibir el bautismo de Juan como un gesto que expresaba su deseo de buscar lo más limpio, lo más auténtico, lo mejor que hay en el corazón de cada hombre.
Jesús da al Bautismo un nuevo significado, constituyéndolo así en Sacramento. Desde entonces, el agua que purifica y da la vida es un signo eficaz de perdón de los pecados y de la salvación que recibimos. Ser conscientes de que es un Sacramento, de que realiza en verdad todo lo que significa, es para nosotros:
Una exigencia y un compromiso de poner de nuestra parte el empeño necesario para mantener la limpieza de nuestro corazón, mantener intacta la Vida de Dios que se nos ha dado, no hacer el mal y, si lo hacemos, porque somos imperfectos renovar y recuperar la limpieza acudiendo al sacramento del Perdón.
Es también creer en la vida nueva que hemos recibido, cuidarla, defenderla, alimentarla con la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos; profundizar en la amistad y la unión con Dios; vivir con coherencia avanzando por el camino de la verdad.
En la Vigilia Pascual y al recibir el sacramento de la Confirmación renovamos las promesas del Bautismo como expresión de nuestra decisión de seguir luchando contra el mal y vivir como discípulos de Jesús apoyados en una fe recia que hemos de cuidar.
omento Dios habla a los hombres por medio de Jesús, el Mesías esperado, que es también su Hijo querido.
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA
1ª LECTURA
Lectura del libro de Isaías 42,1-4. 6-7
Así dice el Señor:
Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado,
y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas. Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA
El «siervo de Dios» tiene como misión fundamental la implantación de la salvación de Dios, extendida a todos los pueblos como el resplandor de una luz y la liberación de los oprimidos injustamente. El “siervo de Dios” hará presente en el mundo la bondad de Dios; y no juzgará ni condenará a nadie, será luz de los hombres, y ofrecerá la liberación a quien acepte su mensaje.
Sal 28, 1a y 2. 3ac-4. 3b y 9b-10
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
• Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R:
• La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R:
• El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!».
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R:
2ª LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10,34-38
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El Apóstol Pedro se dirige a los paganos para anunciarles la salvación y administrarles el bautismo, cuya eficacia salvadora es que se realiza en nombre de Jesucristo que es el «ungido y enviado de Dios» que pasó haciendo el bien y liberando a los oprimidos, porque Dios estaba con Él. Jesús realiza su misión redentora por medio del amor, de la cruz, ofreciéndonos el camino que él mismo recorrió primero.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 3,13-17
En aquel tiempo, fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
Soy yo el que necesita que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?
Jesús le contestó:
Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo, que decía:
Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Palabra del Señor.
COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO
Jesús se acerca a Juan Bautista para ser bautizado. Quiere hacerse solidario con los pecadores y dar comienzo a la «obra de Dios». Es el momento adecuado para «que se abra el cielo y la voz del Padre testifique que Jesús es el Hijo, el Predilecto, y que sobre él estará el Espíritu».