Fue el fenómeno cinematográfico del año 2012 en Francia. Veinte millones de espectadores que dejaron más de 120 millones de euros en taquilla, además de los seis millones de espectadores alemanes, más de un millón de suizos y cuatro millones de euros recaudados en Italia en diez días. Nominada a nueve premios Cesar. Premiada en varios festivales de cine. Es un canto a la amistad y a las diferencias, de raza, de educación, de status socio-económico. Lleno de optimismo y esperanza en la humanidad.
Un millonario tetrapléjico (François Cluzet) necesita un asistente. Convocados los aspirantes al puesto, es elegido de forma sumamente pintoresca e inesperada un joven recién salido de prisión (Omar Sy). Nace entre ellos una gran amistad en la que comparten toda clase de experiencias, sorprendentes para el espectador por su originalidad e imprevisión. Rompen todo tipo de moldes, con un exquisito sentido del humor, muy francés, y que llena al espectador de optimismo, a pesar de la situación dramática de su protagonista, que no se amilana por nada, y que resulta ser un magnífico ejemplo de humanismo.
Basada en hechos reales, su idealización cinematográfica como fábula, la historia que dirigen Eric Toledano y Olivier Nakache triunfa por la naturalidad de su discurso y por una acertada apuesta por la vida y la amistad por encima de todo tipo de barreras. Consiguen emocionar sin llegar al lacrimal, aproximándose al dolor del rico atado a la silla de ruedas, así como a la situación social de inmigrante negro marginal. Y por la parte cómica, las andanzas de la pareja arrancan carcajadas nacidas de lo que realmente importa: la esencia humana de cada uno, la que permite superar barreras y mirar más allá de lo que tenemos delante. La película va machacando clichés y estereotipos con total naturalidad. Toledano y Nakache ruedan con una sencillez alucinante, porque tienen delante un dúo colosal -François Cluzet y Omar Sy- que destila una química fantástica. Cluzet está genial lanzando todo un recital emocional sin más apoyo que su rostro y escasos movimientos de cabeza, mientra que Omar Sy se luce desde un personaje carismático e irresistible.
El origen de Intocable se encuentra en el documental A la vie, a la mort, que narraba el encuentro entre Phillipe Pozzo di Borgo, tetrapléjico, y un joven llamado Abdel. Años después de ver el documental, Nakache y Toledano decidieron retomarlo para hacer un largometraje de ficción: «Tenía todo lo cuanto buscábamos: una historia increíble, un tema potente, mucho humor…Y más allá de eso, todo lo que admirábamos: gente, que en situaciones extremas, no pierde su sentido del humor y mantiene el optimismo».
Una vida amputada físicamente, con una esperanzadora propuesta sobre la amistad sin límites, junto a una fecunda vitalidad interior, ofrecen al espectador una esperanza de celebración de su propia vida.