“El mensaje de la cruz es la fuerza y la sabiduría de Dios”, mencionó el Cardenal Juan Luis Cipriani en la Santa Misa que presidió por el Primer Aniversario de la Casa Hogar Santo Toribio de Mogrovejo, el viernes 27 agosto.
El Cardenal Cipriani señaló que el mensaje de la cruz es para todos cumplir con nuestros deberes, anunciando el Evangelio, procurando hacer el bien sin ruido y procurando ser una imagen de Cristo.
“Cumplamos nuestro deber: el padre de familia, el joven, el enfermo, el que se siente solo, el que se siente preocupado. La sabiduría de Dios está con todos y nos pide a todos: pongan su granito de arena”, reflexionó.
En otro momento, recordó la importancia de tener a Cristo en nuestros corazones, ya que de esta manera la cruz de Cristo brillará en el alma de cada uno de nosotros.
“Por eso es que la Iglesia habla de ese especial cariño con la gente humilde, con la gente enferma, con la gente abandonada, porque la cruz de Cristo, si saben llevarla con fe, brilla”, prosiguió.
El Arzobispo de Lima comentó también que los deseos de amar al prójimo y de seguir ayudando a los más necesitados representan esa sinfonía del amor de Dios.
Finalmente agradeció a las Hermanas Ministras de los Enfermos de San Camilo y a todos los voluntarios y benefactores, por todo el apoyo que vienen brindando a las familias que, gracias a ellos, tocaron el amor de Dios en sus vidas.
“El Señor tantas veces dice: “Siervo bueno y fiel”. Pues esto es lo que vemos en esta casa y que nos recuerda a Santo Toribio. Por eso, poco ruido, mucho amor, mucha fe y mucho trabajo”, finalizó.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani Monseñor Adriano Tomasi, OFM., Obispo Auxiliar de Lima; el Padre Rafael Reátegui, Párroco de Nuestra Señora de la Alegría; el Padre Jesús Mendoza, Párroco de Nuestra Señora de Cocharcas; y el Padre Santiago Texsi.
Un hogar de ayuda y amor
La Casa Hogar Santo Toribio de Mogrovejo, ubicada en Jr. Sotomayor Pimentel 191, Cercado de Lima, es una obra social que desde su inauguración ha beneficiado a 541 personas del interior del país de escasos recursos, quienes se hospedan en esta casa hogar mientras reciben tratamiento en hospitales de la capital.
La obra social está a cargo de las Hermanas Ministras de los Enfermos de San Camilo y cuentan con la colaboración de una asociación de voluntarios presidida por la Dra. Ana María Brazzini de Basadre.
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