Hoy miércoles 25 de mayo, por fin llegan la Cruz y el icono de la Virgen a la diócesis de Guadix. Y los hacen por Huéneja, el primer pueblo de la diócesis si se viene desde Almería. Será la diócesis almeriense quien entregue la Cruz a la vecina diócesis accitana en torno a la 1 de la tarde. Y será el obispo de Guadix, Mons. Ginés García, quien la reciba, acompañado de los sacerdotes del arciprestazgo del Marquesado y de los feligreses de Huéneja.
Después de un pequeño acto de oración en la parroquia, la Cruz y el Icono de la Virgen serán llevados por las calles del pueblo hasta la Residencia de Ancianos regentada por los hermanos de Cruz Blanca. Allí se rezará un Rosario en compañía de los más mayores.
A las 4 de la tarde, después de pasar por Alquife, llegará a Lanteira, donde habrá una celebración en torno a la Cruz y el martirio, dado que Lanteira es el pueblo natal del beato Manuel Medina Olmos, del que se cumplen ahora 75 años de su martirio. Allí los feligreses que lo deseen podrán besar la Cruz y las reliquias del obispo Medina Olmos.
Una hora después, a las 5 de la tarde, habrá una pequeña celebración con niños en Jérez del Marquesado. Y, desde allí, marcharán la Cruz y el Icono hasta La Calahorra, donde tendrá lugar el acto principal en el arciprestazgo del Marquesado: un Vía Crucis, a las 6 de la tarde, que saldrá de la parroquia y subirá hasta el castillo para terminar, de nuevo, en el templo parroquial. Aquí están invitados todos los feligreses de las distintas parroquias del Marquesado, que participarán en las diferentes estaciones del Vía Crucis y en los testimonios que habrá durante el recorrido. También está previsto que el obispo accitano acompañe esta celebración, con la que se despedirá a la Cruz y al icono de la Virgen en las parroquias del Marquesado.
Al terminar, habrá tiempo para compartir una sangría que ayude a refrescar el ambiente. También está previsto que haya una pequeña fiesta para celebrar tan significativo acontecimiento.
Y es que el paso de la Cruz y el Icono de las Jornadas Mundiales de la Juventud por las parroquias de la diócesis se esperaba como un gran acontecimiento. No en vano, se trata de unos símbolos que han recorrido el mundo entero y ante los que han rezado millones y millones de personas en todo el mundo.
Además, desde hace menos de un mes, estos símbolos lo son también del beato Juan Pablo II, el Papa que los entregó a los jóvenes en 1984 y que fue beatificado el pasado 1 de mayo en Roma.
Desde La Calahorra, la Cruz y el Icono de la Virgen saldrán hacia Cúllar, en el arciprestazgo del Jabalcón, donde permanecerán toda la noche. Allí serán recibidos en las puertas del cementerio, a las once y media de la noche, y, tras rezar por los difuntos, se dirigirán hacia la parroquia, donde habrá una Vigilia de Oración en la que participarán distintas hermandades e instituciones. Hacia las 9 de la mañana se despedirá la Cruz y el Icono con una Misa en la Casa de Caridad.
CARTA DEL OBISPO
Con motivo de la llegada de estos dos símbolos que convocan para la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid en agosto de 2011, el obispo de Guadix, Mons. Ginés García, ha escrito una Carta Pastoral a toda la diócesis en la que invita a participar en todos los actos programados, que son muchos. Así, el prelado accitano termina su Carta diciendo: “os invito a uniros a esta fiesta, la fiesta de Cristo, la fiesta de la Iglesia; os convoco a acompañar a la Cruz y al Icono de la Virgen; acercaos y rezad; dad gracias, contemplad, interceded por el mundo. Dejad que Dios sea grande en vuestras vidas.“ Y, sobre todo, se dirige a los jóvenes, a los que también les dice “venid y veréis: Cristo nos os defraudará; Él os llama a ser de verdad jóvenes, a vivir en plenitud. No os conforméis con menos; Cristo lo da todo, lo llena todo.“
En otro momento de la Carta, Mons. García habla del sentido de la cruz: “la cruz es, sin duda, un signo de contradicción. No es un signo de poder ni de prestigio, no habla de éxito tal como lo entiende el mundo; aunque la llevamos encima, después la rechazamos, huimos de ella. Sin embargo, es el medio por el que Dios quiso salvar a los hombres.…. Es la locura de la cruz, locura que sólo se comprende desde el amor. La cruz alcanza su sentido en el amor de Dios. Todas las cruces de la historia sólo pueden tener sentido desde el amor. Se puede sufrir desde la desesperación y el rechazo a todo y a todos, y se puede sufrir amando, alcanzado así sentido hasta el mayor de los sufrimientos. Los cristianos no nos postramos ante la cruz como signo de exterminio, sino como signo de amor. En la cruz adoramos al Crucificado; en ella encontramos luz para todas las cruces de la vida”.
La Cruz de la JMJ y el Icono de la Virgen estarán en la diócesis de Guadix hasta el lunes 30 de mayo, cuando sean entregados a las diócesis vecina de Jaén.
Antonio Gómez