Poema a La Inmaculada
En el primer lucero concebida
sin mancha original, intacta, pura,
como Arca de la Alianza tu estructura,
el Vaso Espiritual para la Vida.
Madre de la Divina Gracia, ungida,
Puerta del Cielo, la Hija de la Altura,
Estrella de la humana singladura,
luz y consuelo, bálsamo en la herida.
Eres la Rosa Mística que aroma
el destierro y las lágrimas enjugas
con tu arrullo amoroso de paloma.
Por generosa entrega nos subyugas,
en Casa de Oro tu belleza asoma
y en paz y bien con tu Hijo nos conjugas.
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