Benedicto XVI se reunió con un grupo de víctimas de abusos sexuales
por parte de clérigos y les prometió impondrá medidas efectivas contra curas pederastas
Periódico El Universal Mexico
LA VALETA, Malta Domingo 18 de abril de 2010
El Papa Benedicto XVI se reunió el domingo con un grupo de víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos y les prometió con lágrimas en los ojos que la iglesia católica impondrá la justicia contra curas pederastas y «medidas efectivas» para proteger a los jóvenes de más abusos, informó el Vaticano y una víctima.
El Papa expresó su «vergüenza y pena» ante el dolor que sufrieron los hombres que fueron víctimas y sus familias y rezó con ellos durante una reunión en la embajada del Vaticano en Malta, dijo la Santa Sede.
Fue la primera vez que Benedicto XVI se reunió con víctimas de abusos sexuales desde que el escándalo en varias partes del mundo sacudió al Vaticano este año. La reunión simboliza el acto más personal y convincente que ha realizado el Papa hasta ahora desde que envió una carta a los fieles irlandeses hace un mes hablando sobre el escándalo.
«Rezó con ellos y les aseguró que la iglesia está haciendo, y hará, todo lo que esté en su poder para investigar las acusaciones, para llevar ante la justicia a los responsables de los abusos y para implementar medidas efectivas diseñadas para proteger a la gente joven en el futuro», dijo en un comunicado el Vaticano el domingo.
La Santa Sede no ofreció más detalles sobre qué medidas serían implementadas.
Grupos de defensa de víctimas han exigido que el Vaticano tome medidas concretas para proteger a los niños y que expulse de la Iglesia a sacerdotes abusivos, asegurando que las declaraciones de solidaridad y vergüenza del Papa no significan nada a menos que se tome algún tipo de acción.
El Vaticano dijo que el grupo de ocho hombres, con más de 30 y 40 años, se reunieron con Benedicto XVI en la capilla de la embajada del Vaticano.
«Todo el mundo lloraba», dijo tras la reunión uno de los hombres, Joseph Magro, a Associated Press Television. «Le dije que mi nombre era Joseph y tenía lágrimas en sus ojos».
Explicó que los hombres recibieron una llamada el domingo por la mañana para ir hasta la embajada y que el Papa pasó unos minutos con cada uno de ellos. La reunión, que en total duró unos 35 minutos, fue «fantástica».
«El clima fue intenso pero muy sereno», dijo el portavoz del Vaticano Federico Lombardi.
Al final, rezaron juntos y el Papa les dio su bendición, dijo el Vaticano.