Oraciones y buenas obras – Reflexión
En este tiempo de vida que Dios nos concede sobre la tierra, tenemos que hacer oraciones y buenas obras, pues en el momento de la muerte seremos juzgados según haya sido nuestro obrar.
Así que no importará tanto lo que sabemos o no sabemos de Dios, sino lo que hemos practicado, la misericordia que hemos tenido para con los hermanos, si hemos amado a Dios como Él se lo merece.
Por eso dejemos de perder el tiempo inútilmente, dejemos de “matar” el tiempo como vulgarmente se dice y aprovechémoslo para ganar el Cielo con las buenas obras y orando incesantemente, pues la Vida verdadera viene después de la muerte y esta vida es como una sala de espera para entrar a la Vida que no tendrá fin.
Pensemos esto todos los días, al levantarnos y al acostarnos. Digámonos siempre “yo no soy eterno, algún día moriré, quizás mañana, quizás hoy, ¿y cómo me encuentro preparado para dar este paso decisivo?
¿Estoy en gracia de Dios y con las manos llenas de buenas obras y el tiempo pasado aprovechado para orar?”
Y de acuerdo a cómo respondamos estas preguntas, hagamos el propósito de cambiar y convertirnos en serio y comenzar a aprovechar el tiempo que pasa y no vuelve, y del cual depende nuestro destino eterno.