Nuevos sacerdotes y diáconos para la Arquidiócesis de Lima
ELLOS NO TUVIERON MIEDO DE DECIRLE SÍ AL SEÑOR
El sábado 20 de agosto la Iglesia de Lima celebra la ordenación de dos nuevos sacerdotes y dos nuevos diáconos para la Arquidiócesis. Estos jóvenes fueron formados en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo y representan el fruto del trabajo pastoral de otros sacerdotes que con su ejemplo siguen animando a más muchachos a seguir el llamado de Dios.
El diácono Gustavo Zamudio Morales desde sus pasos por el colegio Nuestra Señora de las Américas en La Victoria reflexionaba sobre cuál era la misión que Dios tenía para él. Luego de un tiempo de oración comprendió que su futura labor sería servir directamente al Señor. Es por eso que a los 16 años decidió entrar al Seminario Santo Toribio de Mogrovejo y prepararse para ser ministro de Cristo.
Muy distinto fue el llamado del administrador de empresas y ahora diácono Luis Fernando Gonzales Castillo. Una vez egresado de la Universidad Agraria de La Molina sintió el llamado de Dios cuando apoyaba a la parroquia Divino Niño de La Molina como catequista. A pesar que ya tenía un camino profesional construido, Luis Fernando decidió ingresar al Seminario para ponerse al servicio del Señor.
Ellos No tuvieron miedo
El proceso de formación de los seminaristas dura aproximadamente 7 años. En el Seminario ellos reciben la formación académica, pastoral y espiritual que necesitan para ser los futuros Ministros de Cristo que la Iglesia necesita. Ellos complementan esta formación con los estudios realizados en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.
Este también es el caso de los dos nuevos diáconos quienes, a pesar de su corta edad, vencieron todos sus temores y están dispuestos a seguir el camino hacia el sacerdocio.
Uno de los jóvenes seminaristas que será ordenado diácono es Jan Lozano Trelles, quien a sus 24 años ya es conocido en las redes sociales por los famosos vídeos de la página de Facebook “No tengas Miedo”, que tiene hasta ahora más de 26 mil seguidores y que tiene como fin que otros jóvenes se atrevan a seguir a Cristo. Jan descubrió su vocación como acólito en la Parroquia San Roque de Surco, donde se dio cuenta que la mejor manera de servir al Señor era a través del sacerdocio.
Similar es el caso de Alfonso Julián Chircca, el más joven de todos, que a sus 23 años también será ordenado diácono en la Catedral de Lima. En la edad escolar y asistiendo como acólito a la Parroquia Jesús Obrero de Surquillo, Alfonso sintió el llamado del Señor. Su corta edad no fue obstáculo para tomar la mejor decisión de su vida, como siempre lo dice, a cada uno de los jóvenes que encuentra en su trabajo pastoral.