ARGENTINA
Población: 17.100.000 h.
IDH: 0,797
“¡Os riegan con veneno!”
–¡Ahora no! ¿Qué hacía aquella avioneta fumigando los campos? Don Rodolfo se apeó de la bicicleta y se enfundó su impermeable, guantes de motorista y unas gafas de bucear. Un astronauta pedaleando por el Chaco argentino. Al poco vio a Pedro y a su hermano, cada uno de ellos en uno de los lindes de un campo de soya, agitando unos banderines, como haciendo señales desde la proa de un barco. Sus banderines ayudaban a las avionetas fumigadoras a determinar donde regar sus venenos. Y así, campo a campo, actualmente en todo el norte de Argentina, miles de muchachos de 14 y 15 años trabajan como banderilleros para el agronegocio de la soya que alimentará el ganado europeo.
Don Rodolfo corre hacia ellos, grita y grita… «salir de ahí. ¡Os riegan con veneno!»
Mientras en el traspatio de la casa de los Quintero, la abuela, con una pequeña regadera en su mano, delicadamente riega –con agua, sólo con agua– unas lechugas, unas matas de tomates y otras pocas de judías.
Extracto de Gustavo Duch: Un astronauta en bicicleta, en “Sin lavarse las manos”
Cuando alimentamos nuestro ganado con legumbres
La soja es una legumbre que se ha convertido en el principal monocultivo del siglo XXI. Muchos bosques, selvas y huertos familiares han sido eliminados para plantar una soja transgénica resistente a un veneno“matatodo”. Las fumigaciones destruyen la biodiversidad y afectan a la salud de las personas.
El 73% de todos los cereales utilizados en España se utilizan para alimentación animal. En un mundo donde, según la FAO, hay más de mil millones de personas “severamente desnutridas” y cada día mueren de hambre 40.000 personas –un tercio de ellos, niños– es sencillamente inmoral engordar el ganado con alimentos aptos para el consumo humano. Esta inmoralidad se agrava por el hecho de que en la conversión del alimento vegetal en carne animal, hay una pérdida nutricional: se necesitan 9,5 Kg de pienso –normalmente elaborado con soja y cereales– para producir 1 Kg de ternera.
Según los nutricionistas, si la dieta es equilibrada, es suficiente comer carne dos o tres veces por semana.
¿Qué podemos hacer (o dejar de hacer)?
Informarnos, hacernos preguntas…
• Comprar carne de producción ecológica y rechazar la alimentada con piensos elaborados a base de soja transgénica.
• Ir dando pasos para cambiar nuestra “cultura carnívora”, reduciendo nuestro consumo de carne y aumentando el de verduras, legumbres y cereales.
• Pedir alimentos ecológicos en los comedores escolares. ¡Hay colegios que ya lo hacen en todos sus menús!
Y todo esto poco a poco, siendo conscientes de que con nuestra forma de alimentarnos estamos cambiando el mundo.
«Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad el derecho, enderezad al oprimido.» (Is 1, 17)
Señor Jesús, que nuestra forma de alimentarnos no sea a costa de la salud de nadie.
Para profundizar:
Video “La soja transgénica mata”
Artículo sobre la Soja en el golpe de estado de Paraguay
Sobre nuestra dieta carnívora:
– Video “Ámame encarnecidamente”
– Video “Food. Inc.”
Artículos sobre el consumo excesivo de carne:
– La ONU recomienda reducir el consumo de carne para luchar contra el cambio climático Elmundo.es
– Consume menos carne. Terra.org
– Ganadería y cambio climático. Ecologistas en Acción.
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