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OFICINA DE INFORMACIÓN
DIÓCESIS DE GUADIX
El Sr. Obispo de Guadix, Excmo. y Rvdmo. D. Juan García-Santacruz Ortiz, informa que en el día de hoy, 3 de diciembre, a las 12 de la mañana, S. S. el Papa Benedicto XVI, ha tenido a bien nombrar al que será nuevo Obispo de Guadix, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ginés Ramón García Beltrán, sacerdote de la Diócesis de Almería, de 48 años de edad, hasta ahora Párroco de San Sebastián de la ciudad de Almería y Defensor del Vínculo.
D. Juan seguirá siendo, hasta la toma de posesión del nuevo Obispo, Administrador Apostólico de la Diócesis de Guadix.
Se acompaña curriculum del nuevo Obispo, carta del mismo y carta de D. Juan.
El Obispo
Administrador Apostólico
de Guadix
Guadix, 3 de diciembre de 2009
Queridos Sacerdotes, Monjas de clausura, Religiosas, Religiosos,
y Fieles diocesanos:
“¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”… Se estaba esperando… Han pasado casi dos años desde que, el 11 de enero de 2008, al cumplir los setenta y cinco de edad, y ateniéndome a lo prescrito por el canon 401 del Código de Derecho Canónico, puse a disposición de Su Santidad el oficio que vengo desempeñando en esta querida Diócesis de Guadix, como Obispo, desde el 14 de junio de 1992.
Fui nombrado por el Papa Juan Pablo II, a la edad de cincuenta y nueve años, aquel 31 de marzo memorable para mí. Han transcurrido diecisiete años y medio de obispo, y ese mismo tiempo sirviendo únicamente a esta Iglesia particular. En esta misma fecha se me comunica que el Papa Benedicto XVI ha aceptado mi renuncia, y ha nombrado al que será mi sucesor en la Diócesis. Y siento mucho – de verdad – tener que dejarla dentro de unos tres meses. Por disposición de Su Santidad, continuaré gobernándola en calidad de Administrador Apostólico, hasta la toma de posesión del nuevo Obispo.
Doy gracias a Dios porque, a lo largo de este tiempo, he podido trabajar en esta parcela de la Iglesia de Cristo con dedicación plena, procurando atender a todos los sectores de la vida eclesial. Entre vosotros, y para vosotros, no he escatimado un solo instante; a todas horas he procurado estar dispuesto y disponible para acudir a donde fuera preciso y recibir a cuantos me han buscado para, a través de mi pobre persona, hacer presente al que me envió. Y, con la misma ayuda de Él, seguiré trabajando el tiempo de vida que el Señor me conceda, ya en situación de “obispo emérito de Guadix”, pero lejos de esta querida tierra, hasta que mis fuerzas lo permitan.
Ha llegado la hora del relevo. El Santo Padre ha nombrado Obispo de Guadix al sacerdote almeriense Don GINÉS-RAMÓN CARCÍA BELTRÁN, para continuar la obra evangelizadora iniciada por San Torcuato en el siglo I. “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”. La Diócesis accitana sigue, gracias a Dios; no ha sido suprimida ni agregada a otra, como se ha difundido en días pasados y yo he tenido que desmentir.
Don Ginés, el nuevo Obispo de Guadix, es un sacerdote joven, de cuarenta y ocho años de edad, con excelente preparación doctrinal y experiencia de gobierno y pastoreo por haber sido Vicario General y servidor en la curia de su diócesis de procedencia; párroco de varias comunidades; formador en el Seminario; canónigo de la Catedral; profesor de varios centros eclesiásticos y civiles…; y otras tareas que sus obispos le confiaron al estar seguros de su capacidad y certeza de que serían realizadas satisfactoriamente. Os podréis enterar de todo su recorrido eclesial a través de las notas biográficas que se publicarán en estos días. Ciertamente, podemos decir todos:
“¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”
Os manifiesto con sinceridad, que me alegra profundamente este nombramiento. Y, al comunicaros tan “buena nueva”, os felicito a todos los diocesanos de Guadix por el regalo que Dios os concede con un Obispo de tal calidad. Dad gracias a Dios que ha mostrado una vez más su bondad inmensa con vosotros… y también conmigo; porque yo me siento igualmente halagado con tener un sucesor tan destacado.
Desde este momento os pido que le queráis; que recéis ya por él, para que sea: “pastor fiel y solícito del rebaño que Dios le ha confiado”; pastor que acoge, como Jesús acogió a todos, incluso a los pecadores y, con especial amor, a los niños, a los abandonados, a los pobres; que a todos os llegue el aliento de su amor sin límites y desinteresado; que su presencia entre vosotros sea sacramento de la presencia de un Dios que se llama Emmanuel, el Dios que ha puesto su morada entre nosotros, que se ha hecho hombre para caminar junto a su pueblo.
Queridos todos: Oportunamente os llegarán los detalles sobre la Ordenación Episcopal e inicio pastoral de Don Ginés, vuestro nuevo Obispo; previsiblemente será a finales del mes de febrero. Hasta ese momento, y como os digo anteriormente, yo seré Administrador Apostólico de la Diócesis, según ha dispuesto el Santo Padre. Luego cesará ya mi función entre vosotros y, con el calificativo de “emérito”, seguiré siendo obispo de Guadix hasta el final de mis días.
Os ruego que también recéis por mí; pues, en estos instantes lo necesito más que en otras ocasiones. Os lo agradezco de todo corazón. Y también os pido que no toméis esta carta como despedida mía, sino como deseo de bienvenida gozosa “al que viene en nombre del Señor”. Muchas gracias.
Y… como siempre, os bendigo con gran afecto en Jesús y María.
Fdo.: Juan García-Santacruz Ortiz
El Obispo Electo de Guadix
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Almería, a 3 de diciembre de 2009
Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
El Santo Padre, Benedicto XVI, me ha nombrado vuestro Obispo.
En el día en que se hace pública esta noticia, quiero dirigirme a vosotros para saludaros en el Señor: “Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con vosotros y en vuestros hogares”.
Doy gracias al Señor que se ha fijado en mí y me he hecho testigo y servidor de su Evangelio. Llamado al ministerio apostólico como sucesor de los apóstoles, estaré entre vosotros siendo sacramento de Cristo, Obispo y Pastor de nuestras almas.
Agradezco la confianza que el Santo Padre ha puesto en mi al nombrarme Obispo de Guadix, al tiempo que quiero manifestar mi comunión con Él.
Me presento a vosotros con temor al haber sido llamado a una misión, por supuesto inmerecida, que desborda mis fuerzas y hace más palpable mi debilidad; pero lo hago también con una confianza absoluta en Aquel que me llama y me envía, y estoy firmemente persuadido que no me va a fallar, y va a llevar su obra de salvación hasta el final. Confío en la misericordia de Dios que con su presencia hará fructificar este tesoro del ministerio apostólico que hoy pone en mis manos.
Todavía estoy sorprendido por esta llamada del Señor a ser vuestro Pastor. En estos últimos días he entendido y me he identificado con la experiencia de los profetas bíblicos que sienten el peso de su debilidad, pero al mismo tiempo, me han salido al encuentro las palabras de San Pablo: “Te basta mi gracia”.
Queridos diocesanos de Guadix, en mis primeras palabras como vuestro Obispo, os digo lo que los Apóstoles al paralítico en la puerta Hermosa del templo de Jerusalén: “No tengo ni oro ni plata, pero te doy lo que tengo”. Lo único que tengo y quiero daros es a Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, el único Salvador del mundo. Os anuncio a Jesucristo porque os quiero. La evangelización es el mayor acto de amor de la Iglesia a la humanidad. Jesucristo es el Señor, con Él lo podemos todo, sin Él no podemos nada.
Llego a una Diócesis apostólica, y lo hago desde una Diócesis apostólica; cercanas ambas Iglesias no solo por la geografía y la historia, sino, sobre todo, por los orígenes y las características de nuestra profesión de fe: Iglesias apostólicas, fieles siempre al Sucesor de San Pedro. Iglesias martiriales, Iglesias marianas.
Desde aquí quiero expresar mi agradecimiento y mi afecto a la iglesia de Almería, y a sus obispos. En la diócesis almeriense he crecido y madurado en la fe; en ella he ejercido el ministerio sacerdotal. Gracias, hermanos sacerdotes de Almería, por todo lo que he recibido de vosotros.
Nuestra diócesis de Guadix hunde sus raíces en la tierra apostólica, y el correr de la historia unió a las antiguas Iglesias de Guadix y Baza en una de las Iglesias más antigua de España, al mismo tiempo que una iglesia con futuro y que se abre a él en esperanza.
La Iglesia diocesana a la que llego como Pastor es rica en su historia, pero su patrimonio más precioso es el de la santidad de tantos hermanos que profesaron la fe en la entrega de la vida, incluso con el derramamiento de su propia sangre. Quiero hacer memoria y encomendarme a la intercesión de los santos pastores San Torcuato y el Beato Manuel Medina Olmos.
Al contemplar la cadena de la sucesión apostólica que se ha realizado en la diócesis de Guadix a lo largo de la historia, me brota el agradecimiento al Señor por haberme elegido para continuar este ministerio, sucediendo a tan grandes y santos obispos. Quiero expresar mi consideración y afecto a quien ha sido hasta ahora vuestro Obispo, Mons. Juan García Santacruz. Sin duda que su ejemplo y su consejo me ayudarán a servir más y mejor a la Diócesis. Agradezco a Don Juan los gestos de cercanía y afecto a mi persona. Qué Dios se lo pague.
Saludo con afecto a los sacerdotes, los mas cercanos colaboradores del Obispo. Cuento con vosotros para la hermosa tarea de la evangelización. Nuestro testimonio de fraternidad apostólica será el mejor signo de una iglesia viva y fecunda. Recordar que se nos pide ser fieles como Cristo es fiel. A los diáconos, os invito a formaros con esmero para servir al Señor y a la Iglesia, sin reservas.
El Seminario está en el corazón del Obispo. He pensado en vosotros, queridos seminaristas, quiero estar muy cerca para acompañaros en el camino de formación que os va a llevar hasta el don más grande que el Señor os dará: el sacerdocio, “el amor del corazón de Jesús”.
Mi recuerdo va también para todos los miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica. Vuestro testimonio es muy necesario en la diócesis, pero recordar que vuestro mayor signo no es lo que hacéis sino lo que sois.
Y a vosotros, mis queridos hermanos y hermanas laicos. A los niños, a los jóvenes, a las familias, a los que formáis parte de asociaciones de fieles o movimiento eclesiales; a todos, mi saludo y el deseo de encontraros pronto, para juntos trabajar por la extensión del Reino de Dios.
No quiero dejar de dirigirme de una manera especial a los que sufrís, a los pobres, a los enfermos, a los que estáis viviendo con especial crudeza esta situación económica. Estáis en el corazón de vuestro nuevo obispo.
Mi saludo y respeto a las autoridades civiles, con las que espero tener la cercanía necesaria para una colaboración en bien de los hombres y mujeres de esta tierra.
Mis queridos hermanos y hermanas, quiero terminar esta carta, poniéndome bajo la protección maternal de la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Angustias, en Guadix, y de la Piedad, en Baza, y tantas advocaciones veneradas en las comunidades de la Diócesis.
Con mi afecto y bendición.
Ginés García Beltrán
Obispo electo de Guadix
Curriculum vitae
Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ginés Ramón García Beltrán,
Obispo electo de Guadix
Hoy día 3 de diciembre de 2009, Su Santidad Benedicto XVI ha nombrado Obispo de Guadix al Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ginés Ramón García Beltrán, sacerdote del Presbiterio de la Diócesis de Almería.
El Obispo electo de Guadix es Graduado en Teología por la Facultad de Granada, Licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Gregoriana de Roma y Profesor ordinario de Derecho Canónico en el «Centro de Estudios Eclesiásticos» del Seminario Conciliar, y del «Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Almería». Es asimismo Canónigo Doctoral en la Catedral de la Encarnación de Almería, y Párroco de San Sebastián en la Capital de Almería. Cargos que desempeña al tiempo que es Defensor del Vínculo en el Tribunal Eclesiástico de Almería.
S. E. R. Mons. Ginés García Beltrán, nació en Lorca (Murcia), siendo natural de Huércal-Overa (Almería), el día 3 de octubre de 1961. Después de cursar estudios de Enseñanza Media en el Instituto de Huércal-Overa de 1975 a1979, ingreso en el Seminario Conciliar de San Indalecio, de Almería. Cursó estudios de Teología en la Facultad de Teología de la Compañía de Jesús en Granada. Tras obtener la graduación de Bachiller en Teología en 1984, es ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1985.
Licenciado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en 1986. En 1987 cursó estudios de doctorado en Derecho Canónico en la misma Universidad, y especialización en derecho matrimonial en la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Ha desempeñado el ministerio sacerdotal como párroco de Mojácar (1987-1989), Rioja (1993-1994), «Santa María de los Ángeles», de la Capital (1994-996). Capellán de las Religiosas de la Inmaculada Niña «Divina Infantita» (1993-1994) y de las Religiosas Siervas de los Pobres, Hijas del Sagrado Corazón de Jesús (1990-1992 y 2004 -2005). Arcipreste en la Capital (1994-1996). En 1996 Mons. D. Rosendo Álvarez Gastón le nombra Vicario General y Moderador de Curia, cargos en los que es confirmado en 2002 hasta 2005, por Mons. Adolfo González Montes, quien le nombra Canónigo Doctoral en 2003. Administrador parroquial de La Cañada y Costacabana (2005-2006); y de nuevo párroco de la importante parroquia de San Sebastián de la Capital de Almería, desde 2006.
De 1989 a 1992 ejerció como Vicerrector del Seminario, Formador y Director espiritual en los Seminarios Mayor y Menor de Almería. Defensor del Vínculo y Promotor de Justicia (desde 1989). Delegado Episcopal en el Colegio Diocesano de San Ildefonso (1991-1994). Profesor (desde 1990) y Rector en el «Instituto Teológico San Indalecio» para la formación teológica y pastoral diocesana (1993-1997). Delegado Episcopal del IV Sínodo Diocesano (1996-1999). En el «Centro de Estudios Eclesiásticos» del Seminario Conciliar (afiliado a la Facultad de Granada) ha sido Jefe de Estudios (1996-2003), Profesor de Teología (1997-2003), y es actualmente Profesor Ordinario de Derecho Canónico (desde 2005). En el «Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Almería» (adscrito a la Universidad Pontificia de Salamanca), ha sido Profesor de Derecho Canónico y Síntesis teológica (2007-2008).
Entre otros cargos que ha desempeñado, el Obispo electo de Guadix fue durante años Profesor de Religión en diversos Institutos de Enseñanza Media (1989-1994). Responsable de Formación Espiritual de grupos de matrimonios. Como miembro del Tribunal Eclesiástico, ha sido en diversas causas Juez instructor y «ad casum»; entre ellas en la Causa de los Mártires de Almería (2003). Representante del Obispado de Almería en Unicaja (2001-2007). Miembros del Consejo Presbiteral (1995-2006), Consejo Pastoral Diocesano (1995-2006), Colegio de Consultores (desde 1995), Consejo Diocesano de Asuntos Económicos (2003-2005) y Consejo Diocesano de Arte y Patrimonio (1997-2005).