Mujeres a prueba de fuego en la iglesia, una nueva entrevista de Cruzando Fronteras a Cristina Inogés de la mano de Fernando Cordero.
¿Sabías que, en la Edad Media, algunas escritoras, trabajaban con copias de seguridad? ¿Adivinas quién dio los primeros pasos, en esa misma época, en la pastoral sanitaria y penitenciaria? De esto y de otros asuntos te hablamos en “Cruzando fronteras”, de la mano de la teóloga y escritora Cristina Inogés Sanz.
Existe un universo femenino tan fascinante como desconocido en la Baja Edad Media, del que forman parte mujeres como Hadewijch de Amberes, Marie d’Oignies, Juetta de Huy, Margarita Porete, o Juliana de Norwich entre otras muchas.
¿Quiénes eran? ¿Qué eran? Se trata de las #beguinas, un movimiento femenino medieval, generalmente englobado en los movimientos precursores de la Reforma, y que en las palabras libertad, entrega y compromiso, tendrían su mejor definición.
Se dedicaban al cuidado de enfermos en sus hospitales, maravillosamente atendidos, ya que contaban con grandes conocimientos médicos y farmacológicos y a la enseñanza de niños y niñas; vivían de su propio trabajo y cumplían con todos los requisitos exigidos a los ciudadanos de sus respectivos países.
Porque estas mujeres se extendieron, en su momento de mayor esplendor, por todo el norte de Europa –y algo por el centro y el sur- llegando a sumar la muy apreciable cantidad de un millón de beguinas.
Su legado espiritual es tan asombroso, profundo, y desconocido como el legado que han dejado de su labor social. Al principio fueron aceptadas, con algo de asombro por sus conocimientos en muchas materias, incluida la biblia, aunque el grado de libertad que disfrutaban al no estar sometidas a ningún poder político, social o eclesiástico, acabó con su persecución y, en bastantes casos, con su condena a la hoguera. Condena que se extendía también a sus escritos.
Estas mujeres probaron el fuego de la Iglesia, pero la Iglesia no supo aprovechar el fuego que ellas sabían transmitir con su experiencia mística.
Aunque oficialmente se las da por extinguidas a finales del siglo XIV, la verdad es que las beguinas, entre sus muchas capacidades contaban la facilidad para adaptar su modelo de liderazgo según fuera necesario y, bajo formas más moderadas, continuaron existiendo hasta abril del año 2013, cuando falleció la última, Marcela Pattyn, en Bélgica.
Su tesoro espiritual ha llegado hasta nosotros en forma de libros o de legajos de pergaminos -descubiertos hace muy poco tiempo-, sin embargo, no son muy tenidas en cuenta y, siendo un gran tesoro para la espiritualidad occidental, parecen discurrir en la historia sin levantar la más mínima curiosidad.
Contamos, además, en el programa de hoy con la colaboración de la religiosa y teóloga Rosa Ruiz.