Mensaje de la ACO Francia a la HOAC en su asamblea general
Queridos amigos de la HOAC, es con alegría que nos unimos a ustedes para su XIII Asamblea General.
El tema de su encuentro: «Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero.
Justicia, trabajo digno y solidaridad», responde hoy a los retos de su movimiento en España, pero también nos concierne como miembros de la ACO Francia.
Esto nos es importante ya que la realidad de trabajadores pobres, de personas sin empleo, sin derechos es también la de la ACO hoy en día. Es también la realidad del mundo obrero en la Francia de nuestros días.
No estamos más en una crisis económica pasajera, sino en un modelo de sociedad que quiere sernos impuesta poco a poco. Una parte de seres humanos son considerados «como residuos» como lo dice el papa Francisco. Para los otros, la precariedad se vuelve una regla, «El amor es precario entonces ¿por qué el trabajo no lo sería también?» trataba decir la presidente del sindicato patronal.
Una casta dominante continúa centralizando los poderes económicos y políticos, todo esto poniendo en marcha una dinámica de segregación social. La precariedad instituida particularmente por los jóvenes, se volvió un modo de selección de las más dóciles y de las más adaptadas al sistema capitalista que hoy se organiza muy bien, dejando una parte importante de personas al borde del camino en una óptica de rentabilidad económica.
El mundo obrero busca nuevas maneras para abordar la situación, nuevas maneras para hacer frente, para organizarse y crear un contacto de fuerza permitiendo transformar la sociedad en un sentido positivo para los trabajadores y su familia.
La ACO, en este contexto quiere unirse a los más precarios, a los más explotados del mundo obrero teniendo la preocupación de continuar siendo el movimiento de la Iglesia para trabajadores y militantes obreros. Es por esto que durante el encuentro nacional de 2014, en la cual ustedes nos hicieron el honor de estar presentes, se dio como prioridad reunirlos afirmando que ellos están en el corazón de nuestro proyecto misionario.
Esto nos obliga a cambiar en nuestras maneras de hacer, pensar de otro modo la formación inscribiéndonos cada vez más en un enfoque de la educación popular, estar en una gestión de acompañamiento con las personas independientemente de su situación, hacia el compromiso para la transformación social.
En esta realidad actual, donde el dinero y el individualismo colonizan la mente, donde los proyectos colectivos están desacreditados y donde se nos repite « que no hay alternativas », que solo hay un sistema posible, una batalla cultural para reconquistar el sentido del bien común y, la dignidad de cada uno es para entregar. Esta batalla hace parte de nuestro rol como movimiento, permitiendo a cada uno retomar posesión de su propia palabra para expresar su dignidad.
Por su inmersión en el mundo obrero la HOAC, como la ACO, son todavía una oportunidad para la Iglesia para unirse a este pueblo de trabajadores con estas iniciativas, sus palabras y el testimonio de acción y de vida. Evangelizar las luchas del mundo obrero partiendo con personas en situación de precariedad, las periferias del mundo obrero, es también darse los medios para que no se olvide a nadie en este reino en cuya construcción participamos.
Sí, creemos, también, que nuestra fe es revolucionaria y es por eso que tenemos la obligación de retomar el camino para unirnos con las periferias del mundo obrero y pensar con ellas, nuevos caminos de liberación. Ir a las afueras del mundo obrero, es tomar en serio la radicalidad del Evangelio, es continuar a dejarnos empujar por este Dios encarnado en los niños, jóvenes, mujeres y hombres de nuestros barrios, de nuestros lugares de trabajo, de nuestras sociedades… y avanzar enseguida.
Somos portadores de la preocupación de una Iglesia presente a las realidades de mundo obrero de hoy, con sus sufrimientos pero también sus luchas y esperanzas que nos unimos a ustedes hoy, miembros de la HOAC.
Esto es también lo que queremos construir con el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos y en especial con el Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa, con la voluntad de continuar para hacer un espacio donde las voces de las mujeres y los hombres del mundo obrero tengan un precio.
La ACO Francia les hace llegar a todos el éxito para el logro de sus deseos para la Asamblea General y les envía un saludo.
Fraternalmente en Cristo.
Secretaria Nacional de la ACO Francia.