Libro: Mis ojos han visto al Salvador
Retomar los relatos de la infancia de Jesús, es descubrir el misterio de la humanidad de Dios por medio de los acontecimientos y de las personas sencillas.
Nos vamos a incorporar a la escuela de los grandes buscadores de Dios, para realizar una «lectio» con la que podamos «ver a Dios» no sólo con la mente, sino con todo nuestro ser, incluso con nuestros ojos físicos. Lo veremos si como Zacarías, Isabel, María, José, Simeón, Ana, los pastores y los Magos tenemos un corazón como el de un niño pequeño, humilde y dócil al Espíritu Santo, que nos conduce de asombro en asombro allí donde todo es alegría.
Jesús ha venido para revelarnos este dulce y profundo misterio. Mediante el sacramento de su humanidad, Él nos conduce al Padre para poder contemplarlo, ahora en la nube luminosa de la fe y después en el pleno esplendor de la gloria.