Este libro pretende llevar un poco de luz a quienes caminamos desilusionados por los
caminos de la vida. Es posible que Jesús, de pronto, se ponga a andar a nuestro lado, escuche
nuestras quejas y nos comience a hablar al corazón. Podremos contestarle: “pero nosotros
esperábamos…” y Él nos responderá con paciencia y ternura: “es que era necesario para…”.
Y enardecidos de nuevo le podemos pedir que se quede con nosotros para que nos siga
explicando la Palabra, que nos reparta el pan de la Eucaristía.