Legalizar el consumo de droga, potencia y facilita este flagelo
Día de la Lucha contra la Drogadependencia
Al celebrarse otra jornada de la lucha mundial contra la drogadicción y el narcotráfico, la diócesis de Catamarca destacó su trabajo en la prevención de las adicciones, y alentó a los sacerdotes a trabajar, meditar y difundir el documento de los obispos “La droga, sinónimo de muerte”, que advierte sobre las consecuencias de este flagelo.
El padre Julio Avalos, del Área de Lucha contra la Drogadependencia, recordó también que en algunos colegios se han hecho talleres y charlas a favor de la cultura de la vida y en contra de la cultura de la muerte, que trae el consumo de la droga.
El sacerdote señaló, sin embargo, que la clave del trabajo preventivo “comienza en la familia, célula de la sociedad e Iglesia doméstica, donde en base a los buenos ejemplos, la oración, el diálogo sincero y la confianza mutua se fomenta en los niños un ambiente donde practiquen las virtudes, especialmente la caridad y la fortaleza, virtudes que nos llevan a afrontar situaciones difíciles sin recurrir a estos medios para olvidar, evitar o evadir problemas”.
“Es importante favorecer en los niños y jóvenes un uso sano del tiempo libre, a través de la práctica de deportes, talleres, salidas en familia, etc.”, subrayó.
El padre Avalos insistió en que “la vida espiritual es también un medio indispensable para evitar y curar este tipo de problema, ya que la presencia de Cristo en nuestras vidas nos viene a traer ‘vida y vida en abundancia’. Por lo tanto, la asistencia a la Eucaristía dominical, la Confesión y Comunión frecuentes, la catequesis, los grupos juveniles y otras instituciones eclesiásticas, son medios fuertes para evitar este flagelo”.
Ayudar al hermano caído
El sacerdote integrante de la Pastoral Social diocesana advirtió que “cuando una persona ha caído en este problema, es importante ayudarlo a salir del mismo, tendiendo la mano al hermano necesitado, como Cristo hizo con todos aquellos que necesitaban ser curados del cuerpo y del alma”.
“En primer lugar, reconociendo la presencia de este problema y recurriendo a alguna persona de confianza, y por medio de ella llegar a las instituciones dedicadas a tal efecto como la secretaría de Prevención de la Drogadicción, Hogar Humaraya; con la ayuda espiritual, el diálogo con el sacerdote, la oración, la lectura y la meditación de la Palabra de Dios”, precisó.
Asimismo, recordó que “todos los que formamos parte de la Iglesia, que somos los bautizados, debemos pedir en nuestras oraciones para que se elimine esta arma mortal que es la droga y para que los que han caído en ella sean ayudados y no abandonados”.
“La propuesta del Gobierno nacional de legalizar el consumo de droga no hace sino potenciar y facilitar que este mal, que se está expandiendo cada vez más, lo haga en forma más rápida y fácil. Roguemos a María del Valle Nuestra Madre que ilumine a quienes tienen que legislar, para que lo hagan a favor de la vida y no en contra de ella”, sentenció.+
San Fernando del Valle de Catamarca, 26 Jun. 09 (AICA)