Lecturas diarias: 25 de Junio -Y Dios dijo…
Si nadie te ama,
mi alegría es amarte.
Si lloras,
estoy deseando consolarte.
Si eres débil,
te daré mi fuerza y mi alegría.
Si nadie te necesita,
yo te busco.
Si eres inútil,
yo no puedo prescindir de ti.
Si estás vacío,
mi ternura te colmará.
Si tienes miedo,
te llevo en mis brazos.
Si quieres caminar,
iré contigo.
Si me llamas,
vengo siempre.
Si te pierdes,
no duermo hasta encontrarte.
Si estás cansado,
soy tu descanso.
Si pecas,
soy tu perdón.
Si me hablas,
trátame de tú.
Si me pides,
soy don para ti.
Si me necesitas,
te digo: estoy aquí dentro de ti.
Si te resistes,
no quiero que hagas nada a la fuerza.
Si estás a oscuras,
soy lámpara para tus pasos.
Si tienes hambre,
soy pan de vida para ti.
Si eres infiel,
yo soy fiel contigo.
Si quieres hablar,
yo te escucho siempre.
Si me miras,
verás la verdad en tu corazón.
Si estás en prisión,
te voy a visitar y liberar.
Si te marchas,
no quiero que guardes las apariencias.
Si piensas que soy tu rival,
no quiero quedar por encima de ti.
Si quieres todos ver mi rostro,
mira una flor, una fuente un niño.
Si estás excluido,
yo soy afiliado.
Si todos te olvidan,
mis entrañas se estremecen recordante.
Si no tienes a nadie,
me tienes a mí.
Si eres silencio,
mi palabra habitará en tu corazón.
Evangelio del día 25 de junio con el Padre Guillermo Serra
Disfruta cada día de la Palabra de Dios y compártela para que llegue a los corazones de tantos cristianos que necesitan este alimento diario.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 8, 1-4
En aquel tiempo, cuando Jesús bajó de la montaña, lo iba siguiendo una gran multitud. De pronto se le acercó un leproso, se postró ante él y le dijo: «Señor, si quieres, puedes curarme».
Jesús extendió la mano y lo tocó, diciéndole: «Sí quiero, queda curado». Inmediatamente quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo: «No le vayas a contar esto a nadie.
Pero ve ahora a presentarte al sacerdote y lleva la ofrenda prescrita por Moisés para probar tu curación».