Lecturas diarias – 17 de Junio – Felices los que saben reírse
Dichosos los que saben reírse de sí mismos,
porque no terminarán nunca de divertirse.
Dichosos los que saben descansar y dormir
sin buscarse excusas: llegarán a ser sabios.
Dichosos los que saben escuchar y callar:
aprenderán cosas nuevas.
Dichosos los que son suficientemente inteligentes
como para no tomarse en serio:
serán apreciados por sus vecinos.
Dichosos los que están atentos a las exigencias
de los demás, sin sentirse indispensables:
serán dispensadores de alegría.
Dichosos ustedes cuando sepan mirar seriamente
a las cosas pequeñas y tranquilamente a las cosas
importantes: llegarán lejos en la vida.
Dichosos ustedes cuando sepan apreciar una sonrisa
y olvidar un desaire: vuestro camino estará lleno de sol.
Dichosos ustedes cuando sepan interpretar con benevolencia
las actitudes de los demás, aún contra las apariencias:
serán tomados por ingenuos, pero éste es el precio de la caridad.
Dichosos los que piensan antes de actuar y rezan
antes de pensar: evitarán muchas necedades.
Dichosos ustedes sobre todo cuando sepan reconocer
al Señor en todos los que encuentran: habrán encontrado
la verdadera luz y la verdadera sabiduría.»
Amigos, traten de memorizarlas, pero sobre todo vivenciarlas,
pues son un auténtico secreto de felicidad.
En efecto los ayudará a no enfermarse de importancia,
a no tomarse demasiado en serio, en palabras de Juan XXIII;
y, en cambio, a tomar en serio su vida, su misión, el mundo…
Entonces podrán reírse de sí mismos, buenamente y
¡Ser dichosos!»
P. Benito