Reflexión de la lectura de la carta del apóstol Santiago 2,1-5
Hermanos: No juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con la acepción de personas. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso.
Veis al bien vestido y le decís: – Por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado. Al otro, en cambio: – Estate ahí de pie o siéntate en el suelo.
Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del Reino, que prometió a los que le aman?
Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
Para el apóstol Santiago lo importante para Dios en cada persona es su corazón y no su posición social o su situación económica y a todos hay que tratar de la misma manera. Los predilectos para Dios son los humildes, los necesitados, los que carecen de todo.