Todos los días son maravillosos
en nuestras vidas, aprovecha cada día,
cada hora para ser feliz.
Haz de cuenta que cada amanecer
es el último día para poder hacer todo
lo que no hiciste en estos años.
Sonríe, baila… si tienes ganas
de ponerte a llorar, hazlo.
Tienes tiempo de gritar al viento
lo que sientes y decir lo mucho
que amas, que todos tus sentimientos
salgan ahora.
Tú puedes ayudar a muchas personas
a ver las cosas de divinas que Dios nos dio.
A sentir el aroma de las flores,
tú que sientes la brisa del aire,
tú que conoces las olas del mar,
sabes distinguir entre el bien y el mal.
Aprovecha, cada momento
para extender tu mano y dejarle
al mundo un poquito de tu corazón,
para que ellos sigan, cosechando
más Amor día a día.
Porque mañana será otro día.
Vivan la vida como si fuera
el último día, ya que nuestras vidas
son como la montaña rusa,
que no sabemos cuándo se detiene.