“La misericordia es una manera de concebir la vida. No es una cosa puntual, sino que debe ser una manera de concebir la vida en todos sus aspectos: En la familia, en el trabajo, en el deporte, en la política, en el periodismo, en el sacerdocio”.
En el programa “Diálogo de fe” del día sábado 02 de abril del 2016, el Cardenal Juan Luis Cipriani, recordó a los oyentes que el día de mañana es el domingo del Señor de la Divina Misericordia instituido por el Papa San Juan Pablo II, resaltando su importancia al estar en el Año de la Misericordia:
“Esa misericordia de Dios es como una calificación que resume quién es Jesús, el amor misericordioso, el amor que perdona, el amor que comprende, el amor que pacifica. Quiero hacerles notar que la misericordia es algo que invade toda tu vida”.
“Que el amor de Jesús entre en mi alma”
Luego, exhortó a los fieles a dejar de lado los hechos que inciten a la violencia y dejar que Jesús ingrese en nuestros corazones:
“Con la violencia y con el insulto, la misericordia de Dios se detiene, no puede convalidar cuando una persona está calumniando, mintiendo, envidiando, maquinando. Jesús dice: “Hijo mío, estoy en la puerta esperando, ábreme”.
“Hay que remover, libremente, la barrera que impide que ese amor, acogida, paz, serenidad de Jesús, entre en mi alma. Entonces yo le digo al Señor: “Jesús, en ti confío, remueve de mi alma lo que puede ser motivo de que tú no te acercas. Qué hay en mí que me estás pidiendo que cambie, que podría ser mejor””.
“La misericordia está en mirar con amor a todos”
También, ante los acontecimientos de violencia que se están llevando a cabo en algunas zonas de nuestro país, el Cardenal reflexionó:
“La misericordia exige comprender a los demás, que piensan diferente que yo. No quiere decir que tenga que recibir insultos, o pedradas. Pensamientos diversos, pero siempre respetando la dignidad mía y la del otro”.
“La misericordia está en recuperar el orden público, en enseñar a esa gente por qué se hace una cosa, en cuidar la vida de los policías, no arriesgar a que los maten por defender una situación de orden público. La misericordia está en mirar con responsabilidad y con amor a todos”.
Una cadena al servicio de todos
Luego, también habló del convenio firmado entre la Iglesia y el Estado (Ministerio de Salud) para apoyar el Servicio Integral de Salud (SIS):
“Hacemos un convenio que de alguna manera es un planteamiento subsidiario. El Estado, que asume la responsabilidad de apoyar a quien no tiene nada en la salud, me pide a mí (La Iglesia): “¿Tú tienes algo con lo que me puedes ayudar?”, “Sí”. Entonces esa cadena la ponemos al servicio para el que tiene el SIS pueda venir a nosotros y el SIS cubre la atención de esa persona. Es una especie de apoyo a una tarea del Estado. La Iglesia tiene todo un apoyo a la sociedad, muchas veces, a las zonas más pobres del país y esta cadena la pone al servicio de la gente más pobre casi siempre con religiosas o con sacerdotes o con voluntarios y cuesta mínimo”.
Finalmente, se refirió al tema de las asignaciones que recibe la Iglesia Católica por parte del Estado:
“Cuando yo le llamo propina, no lo hago de modo negativo, porque como no está en ninguna planilla, como no tiene ningún beneficio de ningún tipo; a mí me dan S/. 1441. Evidentemente hay mucha gente que no gana eso, pero lo que yo hago desde el Arzobispado de Lima, es un poquito más que S/. 1441 (…) El Estado tiene un deber por todo lo que está haciendo la Iglesia Católica en toda su historia y la reconoce de esta manera: Son colegios, postas, guarderías y muchas congregaciones que han puesto en el Perú muchísimo empeño y ayuda económica. Son modos de acordar ayuda”.