“La Iglesia comprende y perdona al pecador, pero el que hace del pecado una propuesta política no está en la Iglesia. Estar en la Iglesia es creer, defender y vivir el contenido que ella nos enseña a través de los Diez Mandamientos”, advirtió el Cardenal Juan Luis Cipriani en la Santa Misa que presidió en la Basílica Catedral de Lima el VIII Domingo del Tiempo Ordinario.
Durante su homilía, el Arzobispo de Lima señaló que la Iglesia espera que quienes quieran gobernar el país se comprometan, con claridad, a favor de la vida, del matrimonio y del respeto a la familia.
“La Iglesia tiene todo el derecho de orientar a sus fieles cuando hay esa sombra de falsedades, de lenguaje confuso, queriendo engañar a nuestro pueblo. El aborto jamás, el matrimonio es de uno con una para toda la vida. La vida de la droga y del abuso sexual son claras faltas contra los mandamientos de la Ley de Dios”, manifestó.
En otro momento exhortó a los fieles a entregarse total, sincera y honestamente al único Dios verdadero y quitarse de la mente esos dioses falsos (el dinero, el poder, la mentira, la sensualidad, el abuso, el egoísmo) que pretenden oscurecer y destruir nuestro país y a toda la humanidad.
“El poder de esa nube oscura que va por el mundo confundiendo a la gente, llenando de violencia el mundo, también quiere, en nuestro querido Perú, oscurecer el amor a Dios, el respeto a los mandamientos, el amor a la Iglesia. Lo quiere oscurecer diciendo que lo moderno es ser traidores a la fe. ¡No queremos en nuestro país esa modernidad!”, expresó.
Prosiguió diciendo “quítate de la mente esos dioses que hablan del aborto, esos dioses que pretenden destruir el matrimonio de un hombre con una mujer para siempre, esos dioses que quieren que la familia se pueda constituir de cualquier manera, esos dioses del abuso, del sexo y la droga”.
Finalmente, destacó la necesidad de abandonarse totalmente en esa confianza que Dios deposita en cada uno de nosotros. Por tal motivo, pidió a la Santísima Virgen María que nos ayude a renovar nuestra fe, a ser sinceros y a esa entrega hecha por el Señor.
“Virgen María, ilumina y acompaña a nuestro país, danos luces para que sepamos todos ser fieles al amor de tu hijo y no traicionar, por la vanidad del poder, lo más sagrado: a ese Padre que nos dio la vida y que nos espera en la vida eterna”, concluyó.
Concelebró con el Cardenal Cipriani, el Padre Juan Carlos Gavancho, administrador parroquial de Saint Francis de Sales (Chicago, EE. UU.)