(Desde El Cañamelar y El Rosario, José Ángel Crespo Flor).- La Hermandad del Cristo de los Afligidos, tal y como acostumbra todos los segundos lunes de mes, celebró la Misa habitual en honor a su Titular, el Cristo de los Afligidos. Pero hoy, 11 de octubre de 2010, no es un día cualquiera porque hoy hace 125 años el Cristo de los Afligidos salió de la parroquia en procesión para llevar consuelo, paz interior y esperanza a todas las familias afectadas por el cólera que sembró de llanto, luto y dolor la provincia de Valencia, la capital y el Marítimo.
Por ello, para dejar un recuerdo de la efemérides y porque estamos en el mes en el que la Iglesia dedica al Santo Rosario, desde la Hermandad se ha creído oportuno reeditar la misma estampa que se repartió el 7 de octubre de 1928 para conmemorar la Fiesta del Rosario de ese año. Se trata, por lo tanto, de un documento histórico, digno de ser conservado. Un documento que hace honor a lo que desde este mismo blog siempre hemos dicho: aunque se celebre popularmente la Fiesta del Rosario el primer domingo de octubre, teológicamente siempre ha sido el 7 de octubre, algo en lo que, al menos por nuestra parte, hemos insistido mucho.
Otro detalle que no queremos pasar por alto porque tiene su importancia, por lo menos para quien suscribe este artículo. Los clavarios de entonces, los que organizaron la fiesta en 1928, tuvieron muy en cuanta algo en lo que siempre hemos insistido mucho. El Grupo del Rosario de la parroquia del Cañamelar lo configuran La Virgen del Rosario, Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena. Un grupo importante con dos dominicos de primer orden y un grupo en el que su autor, el inolvidable escultor de la Plaza de la Cruz del Cañamelar, Francisco Martínez Aparicio, ‘Canyameler d’ Honor de Los Afligidos’, supo captar con toda precisión las tres imágenes que componen dicho Grupo.
LO QUE SE PUEDE LEER EN EL REVERSO DE LA ESTAMPA
(en el anverso se encuentra la Virgen del Rosario, Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena)
Virgen Madre del Rosario
yo te invoco cual agravio
de tu místico vergel.
A tus plantas ya me inclino
cual errante peregrino
buscando tu protección
y tu divina intercesión ;
tu influencia poderosa,
sea como divina rosa
que perfume nuestra vida
llenándola así de alegría
para mayor gloria ganar.
Es hermoso talismán,
que los hijos de Guzmán
extienden por todo el orbe
para las almas salvar.
En nuestra postrera hora
digamos a esta Señora:
Virgen del Rosario, Estrella del Mar,
Mis ojos te vean antes de expirar.
(Cañamelar 7 Octubre 1928)