(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).- Antes de centrarme en la noticia quiero advertir que soy de los que piensan que la calle es de todos y, por supuesto, cualquier plaza pública también. Y comienzo este artículo así para evitar posteriores enfados y malentendidos.
La Hermandad del Cristo de los Afligidos que este año de 2010 celebra el 125 aniversario de la primera salida publica y oficial de su titular, el Cristo de los Afligidos, tuvo la feliz ocurrencia de homenajear con un ramo de flores y un padrenuestro a todos los vecinos del barrio que han fallecido en el transcurso del presente año. Al mismo tiempo se tuvo muy presente a los diferentes ‘canyamelers d’ honor’ título este que solo lo ha dado la Hermandad. Para ello se escogió la emblemática plaza de la Cruz del Cañamelar. Y que conste que el nombre no me lo invento yo sino que así se denomina y así está escrito en diferentes lugares de la citada plaza.
«Ha sido todo un detalle – se señaló desde el colectivo semanasantero -. Un detalle que en años venideros prometemos hacerlo y hasta mejorarlo porque pensamos que ‘de bien nacidos es ser agradecidos’ y si hoy somos lo que somos en la Semana Santa en parte se debe a nuestros antepasados. Antepasados que ya gozan de la visión de Cristo Resucitado de entre los muertos, tal y como creemos los que confesamos la fe católica».
Las mismas fuentes reseñaron que «no hemos querido dejar el ramo de flores junto a la Cruz del Cañamelar porque hemos pensado que, realizado el detalle que es de lo que en un principio se trataba, el lugar más idóneo para el ramo sería junto al Cristo de los Afligidos y en la capilla de la Comunión de la parroquia Nuestra Señora del Rosario. Dicho y hecho. Hasta el punto de que el citado ramo ya se encuentra junto al Sagrario, en la Capilla de la Comunión y ante el patrono del Cañamelar: el Cristo de los Afligidos».
Insisto en lo que antes, al comienzo de esta información, ya dije: la calle es de todos y, por supuesto, cualquier plaza pública también. Y que yo sepa la ‘Plaza de la Cruz del Cañamelar’ es pública porque no me consta que nadie la haya adquirido en propiedad». De ahí este sencilñlo, emotivo y sincero homenaje a todos cuantos nos han precedido y ya gozan en el cielo de la presencia de Cristo Resucitado