(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).- La casualidad ha querido que la Hermandad del Cristo de los Afligidos del Cañamelar haya honrado en su habitual y ya tradicional misa de todos los ‘segundos lunes de mes’ la memora de Santa Teresa Benedicta de la Cruz y la del catedrático José María López Pîñero cuyo fallecimiento se produjo el domingo 8 de agosto, fiesta de San Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores y gran amante de la devoción al Santo Rosario
Fuentes del colectivo que honra al que es considerado como Señor, Patrono y Protector del Cañamelar, el Cristo de los Afligidos, señalaron a este blog que «la providencia ha querido que se nos marchara el profesor y catedrático José María López Piñero cuando estamos conmemorando el 125 aniversario de la primera salida oficial y publica de nuestro titular, hecho que acaeció en 1885, justo cuando Valencia y el Marítimo sufría el terrible cólera del que era un maestro el profesor ahora desaparecido. Es lo mínimo que como colectivo religioso pide os hacer: ofrecer una Misa en su recuerdo y tenerlo presente en nuestras oraciones. Aún tenemos en la memora, y eso que han transcurrido ya 15 años, el enorme trabajo que nos hizo con ocasión del 110 aniversario de aquel hecho que tanto dolor causó sobre todo, a aquel,las familias que perdieron en el cólera a sus seres más queridos. Como Hermandad que tiene la responsabilidad de mantener viva la devoción al Cristo de los Afligidos tenemos claro lo que ya entonces sabíamos: que habíamos contactado con el mejor especialista en la materia. Ahora, cuando el profesor se nos ha ido, lo tenemos aún más claro. De momento hoy mismo se le ha ofrecido la intención de una Misa pero cuando llegue septiembre y antes de que den comienzo les ‘Festes de la Creu de Setembre’ celebraremos otra misa en su memoria pues gracias a él pudimos entonces realizar ese libro que entonces y ahora más, nos ha llenado de orgullo porque estarán de acuerdo con nosotros que no resulta nada frecuente que una Hermandad de Semana Santa se enfrasque en profundizar sobre temas culturales como entonces – y han pasado ya 15 años – ya lo hicimos».
Santa Teresa Benedicta de la Cruz: un alma gigante
La vida de Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein: 12 de octubre de 1891, Breslau, Alemania – 9 de agosto de 1942, Auschwitz, Polonia) es sorprendente. Nos revela el alma insondable de una gran mujer, una gran judía, una gran alemana, una gran filosofa, una gran santa: virgen y mártir. Honra y gloria de su pueblo y de toda la comunidad cristiana. Doctora en filosofía, discípula predilecta de Husserl, traductora de santo Tomás al alemán, profesora, conferenciante, prolífica escritora, especialista en san Juan de la Cruz: «La Ciencia de la Cruz».
Prefería la vida en oblación en el Carmelo, pero una vez que se vio condenada a morir, eligió morir por su pueblo. Se puede decir que por un momento quiso huir de la muerte, pero nunca de la cruz. Desde el 2 al 9 de agosto de 1942, vivió su larga semana de Pasión, una especie de Semana Santa, y en la víspera de san Lorenzo, fue inmolada en la cámara de gas. Su vida ha tocado a muchas personas de su tiempo. Juan Pablo II la declaró beata y la elevó al honor de los altares, para terminar nombrándola Patrona de Europa, junto a santa Catalina de Siena y santa Brígida de Suecia.