(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).- Por segundo año consecutivo la colonia veraniega de Montesol (L’Eliana) celebrará, en la Capilla levantada en honor a la Virgen de los Desamparados y al Cristo Glorioso, la Misa en honor a la Virgen de Lourdes.
El año pasado, coincidiendo con la peregrinación anual de la Hospitalidad Valenciana Nuestra Señora de Lourdes, se compraron una imagen de Nuestra Señora de Lourdes y otra de Bernardita Soubirous las cuales fueron bendecidas por el arzobispo de Valencia monseñor D. Carlos Osoro, presente esos días en la ciudad francesa.
Entonces ya se dispuso, de común acuerdo con el párroco de L’ Eliana y responsable de la Ermita de Montesol Rvdo. D. Bartolomé Ferrando, de celebrar todos los años, el domingo siguiente a la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María al Cielo en Cuerpo y Alma, una Misa en honor a Nuestra Señora de Lourdes, aquella que se le apareció a Bernardita Soubirous en la Gruta de Masabielle a lo largo de 1858.
Se da la circunstancia que algunos de los que acuden a Misa los meses de verano a esta Capilla se han desplazado con la Hospitalidad Valenciana hasta Lourdes para ayudar a los enfermos y colaborar por tan noble causa humanitaria por lo que esta iniciativa la han acogido con alegría y satisfaccion ya que como nos dijeron «reviviremos aquí, en Lourdes, lo que entonces, vivimos como integrantes de la Hospitalidad Valenciana.
En esta Misa, como ya ocurriera en la Misa del domingo, solemnidad de la Asunción de la Virgen María al Cielo en Cuerpo y Alma, el sacerdote celebrante consagrará con Vinó de Caná. Vino que quien firma esta crónica ha conseguido de la Asociación Valenciana de Amigos de Tierra Santa (AVATS) que preside José Milio. «Es un detalle -nos confesó el presidente de esta Asociación- que es muy bien recibido por los sacerdotes porque, de alguna forma, es un acercamiento a Tierra Santa, a nuestros orígenes del cristianismo y algunos reciben con mucho agrado el vino de Caná y no dudan en celebrar los Días Solemnes de su Comunidad con ese vino porque insisto, da, en cierta medida, otro sabor a la Santa Misa».