(Desde El Cañamelar y El Rosario, José Ángel Crespo Flor). Con la disputa de la Final de Copa del Rey entre el Sevilla y el Atco. de Madrid se puede decir que finalizó la temporada futbolística para los equipos de Primera División. Ahora hay que mirar hacia adelante, ver el futuro y prepararse para esa cita mundialista que todos tenemos, el Mundial de Sudáfrica donde el combinado español tiene depositadas tantas esperanzas.
Ya comenté en una anterior información que nadie puede poner un pero al triunfo del FC. Barcelona en la Liga pues ha si el mejor, nadie le ha regalado nada y ha sido el que mejor fútbol ha realizado.
Con respecto a la final de la Copa del Rey se midieron dos equipos que llegaron muy bien a esta cita: el Sevilla y el Atco. de Madrid. Los dos, antes de la final, ya habían hecho los deberes y habían aprobado. Los dos pues optaron por un juego ofensivo, sin tregua, con mucho desgaste físico tanto que los dos tuvieron sus oportunidades pero una final a un partido es muy difícil de predecir. Ganó quien tuvo más acierto y quien acertó – valga la redundacia- en marcar en primer lugar. Y este fue el Sevilla. Un equipo, todo hay que decirlo, muy ‘trabajado’ y que, por lo tanto, se hizo merecedor al trofeo aunque con el 0-o todo hubiese podido pasar … hasta que hubiese marcado el Atco. de Madrid y hubiese ganado el ‘envite’. No fue así y la Copa del Rey, a estas horas, está ya a buen recaudo donde debe: en la sala de trofeos del Sevilla CF.
Por ello, para el FC. Barcelona y Sevilla CF, los dos grandes vencedores de las dos máximas competiciones nacionales por clubes, les quiero dedicar la Acción de Gracias que, sobre el fútbol, ha realizado el sacerdote y periodista valenciano Antonio Díaz Tortajada. ¡Ahí va esta Acción de Gracias!.
ACCIÓN DE GRACIAS POR EL FUTBOL
por Antonio DIAZ TORTAJADA
Sacerdote-periodista
Señor:
En el estadio todos juegan, aunque sólo uno gana.
Los deportistas te daqmos gracias por nuestros triunfos,
signo de una larga vida vivida con lucha, esfuerzo y trabajo.
Con esta plegaria a los pies de tu Madre María Santísima nos unimos, como un grandioso coro, para expresarte un himno de alabanza y acción de gracias.
Queremos dar gracias a Dios por el don del deporte,
con el que como hombres ejercitamos nuestro cuerpo,
nuestra inteligencia y nuestra voluntad,
reconociendo que estas capacidades son dones del Creador.
Queremos vivir una vida deportiva como afirmación de los valores más importantes de los hombres como la lealtad,
la perseverancia, la amistad, la comunión y la solidaridad.
Queremos que el fútbol se difunda en todos los rincones del mundo, superando la diversidad de culturas y naciones.
Queremos convertir el fútbol en ocasión de encuentro y de diálogo, superando cualquier barrera de lengua, raza y cultura.
Queremos que el fútbol pueda dar una valiosa aportación
al entendimiento pacífico entre los pueblos y contribuir de esta forma a que se consolide en el mundo la cultura de la vida, del servicio y del amor.
Que busquemos, Señor, día a día, la ocasión de encontrar
un nuevo impulso creativo y estimulante, para que el fútbol responda, sin desnaturalizarse, a las exigencias de nuestro tiempo:
un deporte que tutele a los débiles y no excluya a nadie,
libere a los jóvenes del riesgo de la apatía y de la indiferencia, y suscite en ellos un santo espíritiu de competición; un deporte que contribuya a hacer que se ame la vida y que eduque para el sacrificio, el respeto y la responsabilidad, llevando a una plena revalorización de toda persona humana.
Señor Jesucristo, ayúdanos a ser tus amigos y testigos de tu amor.
Ayúdanos a poner en la ascésis personal el mismo empeño
que ponemos en el estadio; ayúdanos a realizar una armoniosa y coherente unidad de cuerpo y espíritu, para alcanzar tu inestimable premio: Una corona que no se marchita y que dura para siempre.
Amén