Jornada Mariana de los Deportistas con la participación de García Bragado en Torreciudad
Torreciudad (Huesca), 3.- La Jornada Mariana de los Deportistas celebrada este sábado en Torreciudad acogió la llegada de la “Carrera de Relevos 500 km.” entre el colegio Tajamar de Vallecas (Madrid) y el santuario. Bajo el lema “El deporte hace familia” y a lo largo de tres días, más de mil corredores de todas las edades participaron en esta prueba. Además de jóvenes atletas madrileños, también se incorporaron miembros del Club de Atletismo del Ayuntamiento de Lisboa, militares de la Agrupación Guadarrama XII del cuartel El Goloso (Madrid), un grupo de ciclistas de la capital y atletas del Club de Atletismo de Tarragona.
La carrera, que cumplió su vigésima edición, consta de 53 relevos de 10 km cada uno. La salida se dio el jueves por la mañana en Vallecas e, ininterrumpidamente hasta el día de hoy, el relevo recorrió cinco comunidades autónomas: Madrid, Castilla La Mancha, Castilla-León, Navarra y Aragón. Este año el Club Deportivo Tajamar animó a colaborar con el proyecto “Forfait mamá, por una maternidad sin riesgos”, cuyo objetivo es concienciar y ayudar a mujeres congoleñas para que puedan dar a luz en condiciones dignas y una atención médica de calidad en el hospital Monkole de Kinshasa.
Tras la bienvenida del rector del santuario, mons. Javier Cremades, los participantes rindieron un homenaje a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de los Deportistas, pidiéndole su protección en los entrenamientos y competiciones. Rezaron después el rosario por la explanada, acompañando también a la imagen de la Virgen del colegio Tajamar, y asistieron al acto de entrega del testigo de la carrera y de obsequios para las entidades colaboradoras y participantes.
Lázaro Linares, organizador de esta carrera de relevos desde 1996, agradeció a los corredores su esfuerzo por realizar la prueba con espíritu de servicio hacia los demás. Jesús García Bragado, campeón del mundo en 50 km marcha en 1993 y antiguo alumno de Tajamar, recibió un sencillo homenaje mientras recordaba con gran cariño su paso por el colegio. La jornada terminó con la celebración de la Eucaristía, en la que cantó un coro rociero de Palma del Río (Córdoba), y una comida popular al aire libre.