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Hoy hace 70 años que fue detenida la religiosa trinitaria Angela Autsch

(Desde El Cañamelar, Valencia, José Ángel Crespo Flor).- Las Trinitarias de Valencia se están movilizando en favor de una de las suyas, mártir en los campos de exterminio nazi. Nos estamos refiriendo a sor Angelá Autsch. Apresada en Auschwitz el 12 de agosto de 1940, mañana hará por lo tanto 70 años. Un día pues apropiado para rezar por esta mártir del Holocausto nazi que conoció la barbarie humana como también la conocieron Teresa Benedicta de la Cruz, Maximiliano María Kolbe, Jacop Gapp o Tito Brandsma. Todos ellos mártires por la fe y mártires reconocidos por la Iglesia como tales. Y Ángela Autsch estamos convencidos también subirá a los altares. Cuando disponga la Iglesia pero subirá. De eso estamos seguros porque murió mártir y abrazando la cruz del sufrimiento.

Margarita, compañera de Ángela en Auschwitz nos relata como era la ‘número 512’ de aquel campo de horror. Dice Margarita «A esta casa de locos -Auschwitz- llegó sor Ángela. Fue como una sonrisa de la aurora, como un rayo de sol… En medio de tanto sufrimiento y horror, aparecía -ella- como un oasis de ternura». Insisto son palabras de Margarita pero son palabras que dejan entrever la grandeza de esta religiosa trinitaria que conoció persoanlmente Valencia y el Instituto de la Santísima Trinidad.

Precisamente desde Valencia se han editado unas estampas para que la gente conozca mejor y en profundidad a esta mártir de la sinrazón humana. Unas estampas que contienen esta oración:

Señor Dios Padre nuestro,

te damos gracias porque nos has dado

a Sor Ángela Autsch, religiosa trinitaria.

Su vida irradió luz a su paso por el mundo,

y especialmente en las tinieblas del

Campo de concentración de Auschwitz,

donde fue testigo de tu fortaleza.

Ella nos manifiesta la riqueza de tu amor

y misericordia; nos enseña

a vivir la cruz de cada día en tu presencia.

Concédenos Señor, la gracia que te pedimos

por su intercesión y si es tu voluntad,

permite que la Iglesia reconozca su santidad

para que así dé frutos abundantes en el mundo.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

SOR ÁNGELA AUTSCH, LUZ DE ESPERANZA EN LOS CAMPOS NAZIS

Os presentamos a Sor Ángela María del Sagrado Corazón, trinitaria. Fue mártir en los campos de concentración nazis.

Ángela Autsch nació el 26 de marzo de 1900 en Röllecken-Saurland (Alemania). Era una joven alegre, fuerte, llena de vida, de entusiasmo, trabajadora, sincera y espontánea. Tras realizar los estudios básicos sus padres la pusieron a trabajar en unos grandes almacenes. Conoció al grupo de Laicado Trinitario y a las trinitarias y su carisma de liberación para niños sin colegio, para pobres y ancianos. Decidió ser trinitaria, ingresó en 1933 y en 1938 realizó la profesión perpetua.

Un día discutían sobre Hitler, sobre la gran nación y potencia que el dictador prometía, pero ella sincera, espontánea y libre dijo su opinión: “será el azote de Europa”. Fue denunciada y detenida por las SS el 12 de agosto de 1940. De la cárcel la llevaron a un campo de concentración, luego a otros, Ravensbrück, Auschwitz y Birkenau.

Por ser alemana y enfermera, se sirvieron de ella para que atendiese la enfermería del campo de concentración. Sufrió terriblemente al ver como maltrataban y mataban cada día a cientos de personas. Ella decidió ayudar y dar esperanza a los demás.
Con inocencia y naturalidad engañaba a las SS para llevar a las reclusas lo más necesario para vivir. Los soldados podrían haberle disparado sin dilación y sin temer ninguna represalia, ante la más mínima sospecha, pero a ella le preocupaban las víctimas.

1. Conseguía más raciones de comida para las que estaban más enfermas y débiles.
2. A escondidas, les daba jabón para que se asearan, les lavaba la ropa y pasaba a las internas a la enfermería para que pudieran asearse con agua caliente.
3. Un día salvó a una joven madre de 19 años que llevaban a las cámaras de gas escondiéndola en la enfermería durante tres días.
4. En otra ocasión consiguió brazaletes de unas trabajadoras del campo de trabajo, con los que pudo salvar a un grupo de mujeres de la cámara de gas.
5. Siempre sonreía, cuidaba con cariño, les hablaba de Dios, les devolvía la esperanza, la dignidad, la libertad para luchar, para afrontar la prueba.

Son muchos los que sobrevivieron y hablan de Sor Ángela como el Ángel de Auschwitz. “Era como un rayo de luz y esperanza en medio de aquel infierno”, “Quería morir ante aquel horror, estaba desesperado, destrozado y ella con sus palabras y cuidados me devolvió la esperanza por vivir, por reencontrar a mi familia” declaran los supervivientes.

Ángela decía que era el amor a Dios y amor a los demás lo que le daba fuerzas, arriesgándose ante los militares por ayudar. Por estar entre los enfermos se contagió de tifus y sufrió terribles fiebres, también padeció por problemas de corazón, pero no le importaba. Por su osadía recibió gritos y malos tratos de los soldados, pero ella continuó al lado de las víctimas. En 1944 un bombardeo en el campo de concentración, mientras ayudaba a los enfermos a refugiarse, acabó con su vida.
Había nacido en el cielo una nueva mártir de la liberación. En 1991 comenzó el proceso de beatificación en Viena (Austria) y en 1996 en Roma.

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