El pasado 16 de abril de 2016, un terremoto de 7,8 grados de magnitud destruyó el Colegio que las Siervas del Hogar de la Madre tenían en Playa Prieta (Manabí, Ecuador). Debajo de los escombros fueron rescatadas con vida tres hermanas y 2 candidatas, mientras que una hermana y 5 candidatas fueron encontradas muertas. Entre las hermanas supervivientes al seísmo se encontraba la hna. Therésè Ryan, de nacionalidad irlandesa. Ante las diversas peticiones de los medios de comunicación irlandeses de conocer un poco a su compatriota, hemos redactado esta reseña, recogiendo algunos recuerdos entre las hermanas que han convivido con ella. La hna. Therésè se encuentra en estos momentos recuperándose de las diversas lesiones sufridas. Aunque su estado no reviste gravedad, les pedimos que recen por su pronto restablecimiento. La hna. Therésè Ryan nació en Limerick (Irlanda) el 16 de agosto de 1979. Cuando le preguntas a sus connovicias y a las hermanas que han vivido con ella cómo es la hna. Therésè, te dicen: “Muy callada, pero siempre está donde tiene que estar”. Otra añade: “Muy prudente y sensata. No se hace notar. Parece callada pero es más gansa de lo que parece”. Therésè tenía solo dieciséis años cuando conoció a las Siervas del Hogar de la Madre, en un viaje que el fundador de la comunidad, P. Rafael Alonso, y algunas hermanas, hicieron a Irlanda. Ella ya se había sentido llamada por Dios a la vida religiosa. Siendo todavía una niña tuvo el convencimiento de que tenía vocación y de que tenía que ser “de Dios”. Pasado el tiempo, el nombre religioso que escogerá para sí será: “Hna. Therésè María de Dios”. La hna. Isabel, que la conoció en ese primer encuentro, recuerda: “Al final de la Misa la hna. Therésè entró en el Hogar de la Madre de la Juventud (grupo juvenil del Hogar de la Madre), siendo la primera joven irlandesa miembro del HM. La verdad es que no nos lo esperábamos. Le preguntamos por qué había entrado, y creo recordar que dijo que le gustaban nuestras tres misiones: la defensa de la Eucaristía, la defensa del honor de nuestra Madre, especialmente en el privilegio de su virginidad y la conquista de los jóvenes para Jesucristo. Ella nos había estado evitando muy hábilmente, manteniéndose ocupada en atender a la gente”. La verdad es que conocer a esas religiosas tan jóvenes y que le resultaban tan atractivas, la asustó. Comprendió que si seguía hablando con ellas no podría resistir a la llamada de Dios, así que – al terminar la misa – salió literalmente corriendo. Cada vez que recordamos esa escena, ella misma se ríe divertida. Tres años después, vuelve a coincidir con un grupo de hermanas y jóvenes pertenecientes al Hogar de la Madre que se encuentran realizando una peregrinación a Irlanda. Es el año 1998. Pero Therésè sigue temiendo la llamada de Dios y sigue esquivando a las hermanas. Ese curso comenzó estudios de Biología en la Universidad. La hna. Isabel Cuesta recuerda: “La hna Therésè, durante su año de Biología, había empezado a salir por las noches con sus compañeros de universidad. Como suele pasar, en esas fiestas se bebía. La hna. Therésè participaba un poco por estar con los demás. Lo que la hizo salir de este ambiente fue que un día un chico le dijo algo así como: “Eres más simpática cuando bebes”. Esta frase le hizo entender que en realidad estos supuestos amigos no la querían por lo que era, y se alejó de ellos. Pero vuelta a la soledad, supongo que experimentó un vacío. Fue su hermana Patricia la que, al verla triste, le animó a que fuera a España en Semana Santa. A la hna Therésè le costaba encajar en nuestro ambiente (y nuestra comida), pero algo la volvía a atraer siempre”. En abril de 1999, junto con su hermana mayor – Patricia – y un grupo de irlandeses, vino por primera vez a España, para participar en un Encuentro de Semana Santa. Callada, como siempre, no le contaba a nadie lo que había en su interior. Pero su hermana Patricia, que la conocía bien, y la quería y la quiere muchísimo, estaba convencida de que Therésè necesitaba pasar una temporada más larga en España con nosotras, y la animaba a hacerlo. Así que Therésè regresó a España a comienzos del mes de julio. Tres jóvenes novicias hacían sus primeros votos el 2 de julio, e inmediatamente después, el grupo de jóvenes comenzaba un campamento en el norte de España. Los primeros días de campamento fueron duros. Al carácter introvertido de Therésè se unía la dificultad del idioma, ya que eran muy pocas jóvenes de lengua inglesa en medio de un numeroso grupo de ruidosas y espontáneas chicas españolas. Pero a pesar de las adversas circunstancias exteriores, o quizás gracias a ellas, Dios habló fuerte en esos días en el corazón de Therésè. El día 12 de julio, escuchando la homilía del P. Rafael Alonso – fundador del Hogar de la Madre -, Therésè recibió una gracia fortísima en cuanto a su vocación. Al terminar la Eucaristía, de rodillas en el suelo y entre lágrimas, se rindió a Dios. Ella explicó después que se sintió nuevamente interpelada por Dios para seguirle. Experimentó como si –ante su falta de fuerzas para responder – el mismo Señor respondiera por ella. Realmente, algo así debió ser, porque ella se defendía de la llamada de Dios poniendo un fortísimo muro entre ella y la llamada. Y fue como si el mismo Señor derrumbase ese muro para que pudiese dar esa repuesta. Entró como Candidata de las Siervas del Hogar de la Madre el 16 de julio de 1999, trasladándose a vivir a Cantabria (España) para comenzar su formación. El 16 de julio de 2000 entró al noviciado. Tras hacer sus primeros votos el 2 de julio de 2002 fue destinada a nuestra casa de Belmonte (Cuenca, España), donde atendemos una residencia para niñas y jóvenes – de 6 a 18 años – procedentes de familias pobres o desestructuradas. En 2004 fue destinada a EEUU, realizando sobre todo tareas docentes en diversos colegios y colaborando en la pastoral de las parroquias cercanas. Una hermana que convivía con ella en ese tiempo, recuerda: “Era muy responsable con su trabajo y sabía mantener la disciplina”. En el año 2012 fue destinada a Ecuador. Estuvo un primer año destinada en la comunidad de Chone (Manabí, Ecuador), y después ha estado siempre en el Colegio Sagrada Familia de Playa Prieta (Manabí, Ecuador), entregada a sus alumnos y las familias pobres de la zona, con las que las hermanas realizan una importante labor tanto a nivel de ayudas humanitarias como de evangelización. © Copyright 2016 – Oficina de prensa – Fundación E.U.K. Mamie |