“Mira la cruz, escucha ese latido del corazón, esa mirada de Cristo, esas heridas que le hemos hecho nosotros, lee el Evangelio”, exhortó el Cardenal Juan Luis Cipriani en la Santa Misa que presidió en la Basílica Catedral de Lima, el domingo 11 de julio, XV del tiempo ordinario.
El Cardenal Cipriani inició su homilía transmitiendo la bendición apostólica recibida del Papa Benedicto XVI para todos los peruanos y comentó: “Por eso, mis primeras palabras son de amor a Dios y de fidelidad al Papa, rezando por él, obedeciéndolo, queriéndolo”.
Recordó también las palabras de Moisés que decía “Escucha la voz del Señor tu Dios”, para poder convertirnos a Él con todo el corazón y con toda el alma. Por eso mencionó que es importante ser hombres de fe para mantener esa actitud frecuente de escuchar.
“Para escuchar hace falta separarse un poco de las preocupaciones, de las dificultades. De repente Jesús en el fondo de tu alma te está hablando, pero en voz baja y con tanto ruido no lo oyes. Para eso hermanos está la meditación, aprender a separar un poquito la vista de la curiosidad, el oído que todo lo quiere saber y mirar y oír”, reflexionó.
El Pastor de Lima mencionó que existen muchos ejemplos que demuestran que lo poco, hecho con amor, es mucho, siempre y cuando se haga con fe.
“Si sonríes a tu esposa y a tus hijos, es mucho; si rezas un Ave María pidiéndole a la Virgen que te ayude a ser bueno, es mucho; si vas a visitar a aquél amigo que tal vez está solo o enfermo, es mucho; si evitas una palabra de crítica, es mucho”, mencionó.
Finalmente, el Arzobispo de Lima animó a los fieles congregados en la Basílica Catedral de Lima a hablar con Dios todos los días, al momento de iniciar sus jornadas y antes de acostarse.
“Hoy los invito a que hagamos ese examen: fe con obras. Cada día al levantarte y al acostarte dirígete a Dios y dile: Aquí estoy, gracias por un día más de vida, qué quieres hoy de mí”, concluyó.