Un grupo de jóvenes intelectuales alemanes decidieron organizarse hace setenta años como resistencia contra los abusos del régimen nazi. Adoptaron como nombre la Rosa Blanca, inspirándose en la flor que sostiene el icono de San Alejandro de Múnich.
Un grupo de jóvenes intelectuales alemanes decidieron organizarse hace setenta años como resistencia contra los abusos del régimen nazi. Adoptaron como nombre la Rosa Blanca, inspirándose en la flor que sostiene el icono de San Alejandro de Múnich.