El Obispo Mons. Oscar Sarlinga acudió a dicha capilla , erigida por Mons. Alfredo Espósito, en el Martindale, para celebrar las fiestas patronales (trasladadas) de Santa Margarita de Escocia, patrona de esa comunidad, a las 12 del día domingo 18. Concelebraron el cura párroco de la parroquia de jurisdicción, Pbro. Oscar Iglesias, y mons.Daniel Ferrari, en una celebración muy participativa con gran cantidad de familias. Fiestas patronales de Santa Margarita de Escocia, en Presidente Derqui (partido de Pilar)
El Obispo Mons. Oscar Sarlinga acudió a dicha capilla, erigida en la urbanización “Martindale” por Mons. Alfredo Espósito, para celebrar las fiestas patronales (trasladadas) de Santa Margarita de Escocia, patrona de esa comunidad, a las 12 del día domingo 18. Concelebraron el cura párroco de la parroquia de jurisdicción, Pbro. Oscar Iglesias, y mons.Daniel Ferrari, en una celebración muy participativa con gran cantidad de familias. Mons. Oscar Sarlinga exhortó a conocerse mejor, a interesarse por la realidad diocesana y las obras de solidaridad y promoción humana, a intensificar a la catequesis y a fomentar la cultura del trabajo, mencionadamente algunas de las obras en la diócesis, tal como la fábrica de pastas, los talleres de costura, de bordado, de fabricación de ropa y ornamentos, y el apoyo escolar. Asimismo alentó a los fieles concurrentes a proseguir con las obras de Caritas en el «Barrio Toro», una zona muy humilde de la jurisdicción de la parroquia de San Antonio de Padua de Presidente Derqui, y también al jardín de infantes «Torito», sostenido por la feligresía de Santa Margarita de Escocia. Dijo también el Obispo que en su próxima visita al asentamiento «La Escondida», lugar de migrantes recientes, en Pte. Derqui, iba a pasar por «Toro», localidad vecina, para ver las obras de solidaridad que allí se realizan.
Es notable la devoción a esta Santa en esta zona del Gran Buenos Aires. Un hermoso bajorrelieve esculpido en madera de algarrobo tropical, obra del artista Curutchet, representa a la reina Santa Margarita alimentando a niños pobres.
Margarita era hija del rey San Eduardo. Su padre tuvo que salir huyendo de Inglaterra cuando el rey Canuto de Dinamarca invadió el país. Luego de caer Inglaterra en poder de Guillermo el Conquistador, Margarita y sus hermanos se refugiaron en Escocia, donde era rey Malcon III, el cual al darse cuenta de las cualidades de bondad y caridad que tenía la joven, se casó con ella. Y así Margarita, a los 24 años llegó a ser reina de Escocia.
Para ella lo principal en la vida era ayudar a los pobres. Cada día antes de ir a almorzar servía personalmente el almuerzo a nueve niños huérfanos (y a veces les servía de rodillas, al recordar que los favores que hacemos al pobre los recibe Jesucristo como hechos a Él mismo). En su palacio de reina se atendía diariamente a centenares de pobres, y cuando ella salía por las calles volvía a la casa sin dinero, sin joyas y hasta sin el manto, porque todo lo regalaba a los necesitados. Era estimadísima entre el pueblo por la inmensa compasión que demostraba hacia los más miserables.
Tuvo seis hijos y dos hijas. Su esposo Malcon III era cruel y rudo, pero la amabilidad de Margarita lo fue volviendo amable y caritativo, tanto que él mismo le ayudaba a servir el almuerzo a los centenares de pobres que llegaban a pedir alimentos. De los hijos de Margarita, dos llegaron a ser santos y tres fueron reyes, y del esposo de una hija de ella, Enrique I, proviene la actual familia real de Inglaterra.
Costeó la construcción de conventos y templos y organizó una asociación de señoras para dedicarse con ellas a tejer y bordar ornamentos para las iglesias, a sus hijos los educó muy cuidadosamente en la religión católica y se esmeró porque aprendieran muy bien el catecismo y la doctrina cristiana. En su casa y entre la gente del pueblo hacía leer las vidas de santos. Se esmeraba en conseguir sacerdotes fervorosos para las parroquias. A su esposo el rey, lo entusiasmaba continuamente para que hiciera obras a favor de la Iglesia y de los pobres, y para que fuera compasivo con sus enemigos.
Construyó una hermosísima catedral. Insistía mucho a la gente en el deber de santificar el domingo. En Cuaresma y en Adviento (las cuatro semanas anteriores a la Navidad) ayunaba cada día. Le gustaba mucho leer los Evangelios y pasaba varias horas de la noche en oración.
Su esposo y su hijo mayor murieron batallando contra los ingleses que querían invadir el territorio de Escocia. Santa Margarita sufrió inmensamente al saber tan trágica noticia. Exclamó entonces: «Te doy gracias Dios mío, porque al mandarme tan dolorosas noticias me purificas de mis pecados», y cuatro días después ella también murió, el 16 de noviembre del año 1093.
Inmediatamente el pueblo empezó a honrarla como santa, y su popularidad ha sido inmensa en Escocia y en otros países. Es recordada sobre todo por su admirable generosidad para con los pobres y afligidos.