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VI Domingo de Pascua
21 DE MAYO DE 2017
EL ARTE DE VIVIR DESDE EL ESPÍRITU DE DIOS
Nunca los cristianos se han sentido huérfanos, porque el vacío dejado por la muerte de Jesús ha sido llenado por la presencia viva del Espíritu del Resucitado, el Espíritu de la verdad que vive con nosotros, está en nosotros y nos enseña el arte de vivir en la verdad.
Lo que configura la vida de un verdadero creyente es la búsqueda gozosa de la verdad de Dios bajo el impulso del Espíritu. El verdadero creyente busca la verdad con el corazón limpio. Su vida no está programada por prohibiciones, sino que viene animada e impulsada positivamente por el Espíritu. Cuando vive esta experiencia del Espíritu, el creyente descubre que ser cristiano no es un peso que oprime y atormenta la conciencia, sino que es dejarnos guiar por el amor creador del Espíritu que vive en nosotros y nos hace vivir con una espontaneidad que nace, no de nuestro egoísmo, sino del amor.
Esta vida nueva en el Espíritu genera en nosotros un estilo de vida nuevo, enfrentado al estilo de vida que brota de la mentira y el egoísmo. Vivimos en una sociedad donde a la mentira se le llama diplomacia; a la explotación, negocio; a la irresponsabilidad, tolerancia; a la injusticia, orden establecido; al sexo, amor; a la arbitrariedad, libertad; a la falta de respeto, sinceridad.
Difícilmente puede esta sociedad entender o aceptar una vida acuñada por el Espíritu. Pero es este Espíritu el que defiende al creyente y le hace caminar hacia la verdad, liberándolo de la mentira social, la farsa y la intolerancia de nuestros egoísmos.
LECTURAS PARA LA EUCARISTÍA DEL VI DOMINGO DE PASCUA/A
1ª LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8,5-8. 14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban sólo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. Palabra de Dios.
COMENTARIO A LA 1ª LECTURA Cuando Felipe anuncia el Evangelio de Jesús como camino de salvación tiene buena acogida entre los habitantes de Samaria «y la ciudad se llena de alegría». Los apóstoles Pedro y Juan van a Samaria para que los que habían recibido la fe y se habían bautizado recibieran el Espíritu Santo con la imposición de las manos. |
Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20
R. Aclama al Señor, tierra entera.
- Aclama al Señor, tierra entera,tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria;
decid a Dios: «Qué temibles son tus obras». R: - Que se postre ante ti la tierra entera,que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres. R: - Transformó el mar en tierra firme,a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente. R: - Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica,
ni me retiró su favor. R:
2ª LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3,15-18
Hermanos:
Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.
Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu.
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Palabra de Dios
COMENTARIO A LA 2ª LECTURA
El Apóstol Pedro decía a los seguidores de Jesús que dieran razón de su esperanza a todo el que se la pidiera. Es una certeza incuestionable que quien no tiene la alegría y el gozo de ser cristiano, tampoco lo puede contagiar a los demás, ni siquiera transmitir. La fe es algo que se ofrece gozosamente y no se impone por la fuerza, que se manifiesta alegremente y se acepta y recibe libremente.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 14,15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él. Palabra de Dios Final del formularioPrincipio del formulario
COMENTARIO AL EVANGELIO
Jesús nos dice que solamente le ama quien guarda sus mandamientos. Jesús sabe que es difícil mantener fidelidad a sus mandamientos en un mundo que no es favorable al mensaje evangélico, por eso afirma y se compromete a ayudarnos en nuestra tarea de fidelidad a sus mandamientos por medio del Espíritu Santo que recibimos en su nombre.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN PERSONAL
VIVIR EN LA VERDAD DE JESÚS
Para muchos, Jesús habrá pasado por este mundo como si nada hubiera ocurrido; no dejará rastro alguno en sus vidas. Sólo quienes lo aman podrán experimentar que está vivo y hace vivir. Jesús es la única persona que merece ser amada de manera absoluta. Quien ama a Jesús vive sus palabras, “guarda sus mandamientos”, se va “llenando” de Él. Es el “Espíritu de la verdad”, es la fuerza y la luz que nos hace “vivir en la verdad”. Cualquiera que sea el punto en que nos encontremos en la vida, acoger en nosotros a Jesús nos lleva hacia la verdad. Jesús “vive con nosotros y está en nosotros”. Lo escuchamos en nuestro interior y resplandece en la vida de quien sigue sus pasos de manera humilde, confiada y fiel.
Jesús seguirá siempre vivo en el mundo. Si lo acogemos en nuestra vida, no nos sentiremos huérfanos y desamparados. Tal vez la conversión que más necesitamos hoy los cristianos es ir pasando de una adhesión verbal, rutinaria y poco real a Jesús, hacia la experiencia de vivir enraizados en su “Espíritu de la verdad”.
Minutos para Dios
Evangelio del 5 de mayo Ciclo C
Reflexión del Evangelio por el Pbro. José de Jesús Palacios T
Una Producción de la Comisión Diocesana de Pastoral de la Comunicación de la Diócesis de Celaya, Guanajuato. México
Responsable: Pbro. José de Jesús Palacios Torres
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