La Cruz y el Icono de la JMJ llegaron a Guadix el sábado 28 de mayo, al mediodía, subidos en la locomotora de vapor Balwin. Mereció la pena subir a la estación de tren, y pasar calor, y llenarse de hollín para ver en marcha una locomotora de vapor, en este caso adornada con las banderas del vaticano y portando los símbolos que convocan para la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid a mediados de agosto.
Allí en el barrio de La estación fue el recibimiento: estaba el obispo de Guadix, Mons. Ginés García, y el alcalde accitano, Santiago Pérez. Los dos dieron la bienvenida a la Cruz y el Icono de la Virgen: el alcalde pidió trabajo para los jóvenes y más oportunidades de futuro; el obispo recordó que esta diócesis arranca de la misma predicación de los Apóstoles, a través de San Torcuato, y que estos símbolos nos invitan a seguir viviendo esta misma fe con esperanza.
Después, la Cruz y el Icono fueron conducidos por distintas parroquias e instituciones de la ciudad: la parroquia del Sagrado Corazón, la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, el polideportivo –donde hubo un encuentro con el mundo del deporte-, Cáritas, el Albergue del Transeúnte, la Residencia de Alzheimer, distintas parroquias accitanas,… hasta llegar a la iglesia de San Diego, donde está la Virgen de las Angustias, Patrona de Guadix.
Por la tarde, la Cruz y el Icono presidieron un espléndido Vía Crucis en la plaza de la Catedral. Se trataba de un acto diocesano, pues se habían escogido para la ocasión las 16 mejores imágenes de toda la diócesis que recogen las estaciones del Vía Crucis. Fue “lo nunca visto” en Guadix, con fieles venidos de todas partes, incluso de diócesis vecinas y con las imágenes llevadas de parroquias tan distantes como Huéscar, la Puebla de Don Fadrique, Baza, Caniles, Lanteira,… Se estima que más de 15.000 personas contemplaron este magno Vía Crucis en la ciudad accitana, con el que se celebraba el paso de la Cruz y el Icono por la cabecera de la diócesis. Presidió el rezo del Vía Crucis el obispo accitano, Mons. Ginés García.
Después, durante toda la noche hubo una Vigilia de Oración en la catedral. Primero se celebró una Eucaristía, a las 3 de la madrugada, presidida por el obispo accitano. Después hubo otros momentos de oración en los que participaron distintas instituciones de la diócesis, hasta la mañana del domingo, en que se trasladaron la Cruz y el Icono hacia la parroquia de Gracia para iniciar una nueva jornada.
CRUZ QUE CONVOCA MULTITUDES
En Guadix se dieron cita más de 15.000 personas la noche del sábado para contemplar el Vía Crucis diocesano con el que se celebraba la presencia de la Cruz y el icono de la JMJ. Pero no ha sido ésta la única celebración multitudinaria que ha provocado el paso de la Cruz y el Icono de la Virgen por la diócesis. En realidad, en todos los arciprestazgos ha habido celebraciones que han convocado a mucha gente.
Así, en el Marquesado tuvo una especial relevancia el Vía Crucis arciprestal que llevó desde la parroquia al castillo medieval. En el Jabalcón cabe destacar la celebración de Cúllar, en la que se dieron cita muchos feligreses venidos de los anejos y otras parroquias para celebrar una Eucaristía que estaba presidida por los patronos de esas localidades. También Huéscar tuvo se celebración arciprestal: fue en la plaza, donde se celebró una Eucaristía que estuvo muy concurrida. Después hubo, también, un Vía Crucis.
En Baza, la celebración arciprestal fue en La Piedad y en Los Montes ha sido en Pedro Martínez. Pero quien ha convocado más gente, sin duda, ha sido Guadix, en ese Vía Crucis Magno del sábado por la noche. Y no podía ser de otra manera, pues ésta era una celebración de carácter diocesano.
Han sido celebraciones sentidas, vividas, participadas, en las que había implicación de mucha gente… celebraciones que han animado la fe de muchas personas y que nos convocan, sobre todo a los jóvenes, para la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid en agosto de este año. Allí nos encontraremos de nuevo con esta misma Cruz y con el mismo Icono de la Virgen, nuestra Madre.
Antonio Gómez