Eres un regalo de la vida
Las flores no esperan a que alguien aprecie
su belleza; su esplendor no depende del lugar
en que las pongan o de cuanto paguen por ellas,
son bellas porque son lo que son,
porque disfrutan su propia esencia.
Cuida de ti, para que puedas cuidar
de tus cercanos, disfruta de tu vida,
para rodearte de gozo, quererte
es la mejor manera de expandir el amor.
Valora tus logros y tus afectos
y así crearás seguridad,
cree con tenacidad en tus sueños,
para crecer la esperanza.
Desde que veas el próximo amanecer,
celebra por 24 horas, la fiesta de tu propia vida,
no es un cumpleaños, porque esto no es social,
es tu propia celebración, tu regalo;
trátate como a un tesoro, cuida que sólo tengas
los mejores pensamientos, elige para ti
sentir las emociones más gratificantes.
Escoge los paisajes más gratos,
mira mil veces una nube, admírate
de la belleza particular y única
de cada persona que te cruces,
aprecia cada adorno o cada diseño
como el esfuerzo de muchos
para que tú hoy lo vieras bello.
Disfruta de tu cuerpo, de las sensaciones,
deja que tu piel sea acariciada
por el agua o el aire fresco.
Varias veces respira profundo, para dejar
que tu ser se llene de la vida que te rodea.
Escucha las risas de otros, las palabras
cargadas de entusiasmo, el sonido
de las hojas jugando con el viento.
La hermosa melodía, que alguien,
quien sabe dónde y hace cuánto tiempo,
compuso para alegrar tus oídos.
Camina cada paso, como si de verdad
fuera el último o el primero, ríe a carcajadas,
y sobre todo, sin motivo alguno.
Descubre para tu olfato los más
placenteros olores, saborea cada bocado
de alimento como el manjar más exquisito,
recuerda tus logros, y disfruta
el merecido orgullo, piensa con alegría
en tus afectos.
Goza con gratitud tus regalos,
piensa que si una de las razones
por la que haces esfuerzos y sacrificios
en tu vida, es por el amor que les tienes
a otros, al cuidarte estarás cuidando
esa maravillosa fuente de amor que eres tú.